Los antecedentes de violencia de Nick Reiner antes del asesinato de sus padres
El hombre de 32 años es el principal sospechoso de la muerte del cineasta y su esposa.
Durante las últimas horas, el mundo del espectáculo internacional se ha visto sacudido por el asesinato del director de cine Rob Reiner y su esposa Michele Singer, abriendo un caso con muchas aristas e interrogantes.
Uno de los puntos más más relevantes, y macabros del hecho, es que hijo de la pareja, Nick Reiner, fue detenido como el principal sospechoso en medio de una investigación activa y exhaustiva.
Amigos y vecinos describen al sujeto, de 32 años, como una persona con un historial problemático marcado por episodios violentos y adicciones prolongadas.
Aludiendo a una presunta responsabilidad en el homicidio, un vecino cercano contó que “esta no es la primera vez que su hijo ha sido violento”, refiriéndose a un incidente ocurrido años atrás, aunque evitó detalles específicos.
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Otro testimonio de un excompañero de clase enfatizó que Nick “siempre ha estado perturbado” y había ingresado repetidamente a centros de rehabilitación desde los 15 años, lo que generó sospechas inmediatas al conocerse la noticia.
Un guardia de seguridad, Trevor Taufahema, contratado tras los incendios forestales que afectaron a Los Ángeles en enero, confirmó que Nick vivió con sus padres al menos durante este último año.
“Podías notar que algo no estaba bien con él. Es un individuo extraño. Se veía que tenía problemas con las drogas”, explicó, quien lo veía convivir con un amigo en la mansión de la familia.
De todas formas, aseguró que nunca presenció actos violentos. “Si Nick es el sospechoso, nunca imaginé que les haría esto a sus padres. Eran personas geniales”.
Lucha familiar contra las adicciones
La familia había lidiado durante años con la dependencia de Nick, quien rechazaba tratamientos en instalaciones especializadas y prefería recuperarse en casa, algo que según él daba resultados.
“Rob siempre estuvo destrozado porque su hijo no podía superar su adicción”, señaló un vecino, agregando que las discusiones sobre este tema eran constantes.
“Sabían que necesitaba ayuda, ir a rehabilitación, pero él quería hacerlo en casa, no en un centro (...) Nick ha tenido demonios por mucho tiempo”, complementó.