Olas de calor e insomnio: por qué las altas temperaturas dañan tu descanso y cómo solucionarlo
Especialistas dieron a conocer diversas recomendaciones para que las altas temperaturas no afecten tu ciclo de sueño y descanso.

Getty Images
Las últimas semanas, Santiago y otras zonas del país han registrado calurosas jornadas con máximas por sobre los 30 grados.
Esta alza en las temperaturas, que se mantienen hasta horas de la noche, ha generado algunas problemáticas en parte de la población, particularmente en lo que tiene que ver con el correcto ciclo del sueño y descanso.
La doctora Paula Contreras, especialista de la Clínica del Sueño de Clínica INDISA, revela un dato crucial: el sueño solo se inicia cuando nuestro cuerpo logra reducir su temperatura en 1-1,5 grados.
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Para que esto ocurra, necesitamos un ambiente fresco, idealmente entre 18 y 21 °C, ya que las temperaturas más altas bloquean este mecanismo natural del organismo.
Por lo mismo, la especialista indica que “cuando dormimos con calor, nuestro cuerpo activa mecanismos como la vasodilatación y la sudoración para intentar mantener la temperatura adecuada”, lo que genera “un sueño más ligero y menos reparador”.
Ante esta situación, la doctora Contreras recomienda ventilar el ambiente en el que se dormirá, además de tener una mayor hidratación y puntos de enfriamiento corporal.
Asimismo, Theresa Schnorbach, psicóloga y especialista en sueño de Emma Sleep, entregó 5 recomendaciones útiles para quienes enfrentan noches de calor:
- Bajar la temperatura del ambiente antes de acostarse: ventilar temprano, cerrar ventanas cuando el sol esté en su punto más alto, usar ventilador o aire acondicionado para estabilizar la habitación.
- Preferir textiles ligeros y transpirables: fundas, sábanas y pijamas de algodón, lino o bambú permiten mejor ventilación y liberación de calor.
- Evitar comidas y bebidas muy calientes antes de dormir: el metabolismo genera calor interno que dificulta el enfriamiento corporal.
- Tomar un baño templado o ligeramente fresco unos 60–90 minutos antes de acostarse: este cambio ayuda a iniciar el descenso de temperatura corporal que precede al sueño.
- Considerar que el colchón y la ropa de cama sean adecuados: materiales que atrapan calor o no permiten disipación pueden agravar el efecto térmico —la estructura del descanso importa tanto como el ambiente.
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