Felipe Berríos y crisis migrante en el norte: «El problema es porque son pobres y nos recuerdan nuestras raíces latinoamericanas»
El sacerdote jesuita y activista por los derechos de los migrantes conversó en ADN Hoy de la carrera presidencial, el triunfo de Parisi en Antofagasta y la crisis humanitaria que se vive en el norte.

Felipe Berríos
Felipe Berrios por crisis migratoria y escenario político en el norte - ADN Hoy - 02 de diciembre
15:39
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El norte es el presente y el futuro: el presente por la crisis humanitaria relativa a los inmigrantes que cruzan la frontera arriesgando su vida ante la promesa de una vida mejor; y el futuro porque los candidatos presidenciales Gabriel Boric y José Antonio Kast buscan los votos que holgadamente logró Franco Parisi. Ante ese escenario, la mirada del sacerdote jesuita y activista por los derechos de los migrantes Felipe Berríos podría aportar, sobre lo que conversó con ADN Hoy este jueves.
«Antes les llamábamos extranjeros porque venían de Europa o eran caucásicos; como vienen de Latinoamérica y muchos son con aspectos amerindio o afroamericano, les llamamos migrante y en el fondo, no tenemos problemas con los migrantes cuando tienen plata. El problema es porque son pobres y además nos recuerdan que nuestras raíces están en latinoamérica y eso despierta un clasismo muy fuerte en los chilenos», explicó Berríos sobre los acontecimientos xenófobos que han sido incluso reconocidos por la prensa internacional en medio de la crisis migratoria.
Luego, agregó: «Estas últimas semanas me ha tocado diferentes empresarios de diferentes tamaños que no tienen gente para trabajar. Es tan absurdo que nosotros expulsemos o no le demos debida regularización a quienes entran y por otro lado necesitamos mano de obra».
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Con todo, la situación actual de la crisis migratoria provoca un dolor profundo en Berríos; son 19 los migrantes que han fallecido intentando cruzar la frontera por tierra en lo que va del año.
«Buscaban un sueño, que recorrieron Latinoamérica con la esperanza de encontrar un lugar mejor y morir de frío, de hambre. Creo que es algo que deshumaniza a los chilenos. Me duele más todavía cuando el ministro del Interior o el subsecretario Galli los trata de ilegales, que es una manera tan indiferente, tan dura de tratar a una persona que busca una mejor vida», criticó el sacerdote jesuita.
El escenario, sin embargo, tiene como desafío, a juicio de Berríos, el ampliar la mirada a un nivel global sobre la crisis migratoria: «desde la caída del muro de Berlín estamos en un mundo globalizado donde los capitales se mueven libremente, las cosas también. Se pueden mover los capitales, las cosas, pero no las personas y eso está generando en todo el mundo una crisis», diagnosticó el también activista.
«Cuando mueves los capitales, produces más y mueves el trabajo. Ahí hay algo: ¿por qué los capitales y las cosas se pueden mover libremente y no las personas? Otra cosa: cuando el ministro del Interior o el subsecretario cuando hablan y dicen ‘condena’, y llevan cuatro años diciendo que el inmigrante trae infecciones, son sicarios, que vienen a quitar puesto de trabajo, son ilegales, los ponen con overoles blancos como si fueran infecciosos, claro que influye en la mirada negativa de gente influye. Sin inmigrantes, Antofagasta no puede seguir funcionando», precisó Berríos sobre la crisis migratoria.
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Hay una imagen para el sacerdote que grafica el estado de las cosas: una analogía de la población migrante con el cobre como riqueza nacional: «si el cobre lo trabajo mal y contamino y produzco relave y suciedad, se transforma en un problema. El migrante es una riqueza en un país que necesita mano de obra, gente joven y cultura más diversa. Pero si no le doy papeles y lo hacino en un lugar, claro se produce un problema», explicó el jesuita.
Las imágenes de chilenos manifestándose contra los migrantes en Iquique, que pudo ser retratada por un coche lanzado a una barricada, «es contra la indolencia de las autoridades que no hicieron nada,» concluyó Berríos. Y como solución, planteó «ver un pacto en el continente para ver cuotas, porque es (un problema) continental; segundo, cuidar nuestras fronteras; tercero, persona que entre, darle una visa de trabajo por un año, de esa manera se lo quitas a las mafias que los explotan y los traen a la mala y no le permiten progresar».
Escenario electoral
A juicio de Berríos, el triunfo de Franco Parisi en Antofagasta se justifica, primero, porque «era muy amigo de (Gino) Lorenzini, Lorenzini es de Antofagasta y él tiene sus redes y familiares en Antofagasta. Los dos trabajaban en Felices y Forrados. Al final se enemistaron, pero la campaña pasada también Parisi sacó una alta votación aquí. La gente no es consciente de la pelea que tuvieron ahora último».
Otro de los puntos que trabajó el otrora presidenciable del Partido de la Gente fue que «también ha promovido el discurso antimigrante ‘que nos quita trabajo’. Ha calado. Para los chilenos, en general, sicológicamente termina en La Serena. El resto es el norte. Ese abandono del norte, donde se produce la mayor cantidad de riqueza, son ciudades abandonadas. Todo se decide en Santiago. En la pandemia ha sido grotesco. Eso del abandono ha sido muy bien explotado».
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Con todo, desde su punto de vista el perfil que hizo el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, sobre el votante de Parisi «es una mirada simplista, pensar así no ayuda para nada. No estoy de acuerdo con esa opinión. Pensar que la gente es tonta, no es eso. Es más complejo», dijo.
«Una de las mayores temas es el abandono y Parisi ha explotado mucho eso, que el país es un botín que se reparte el duopolio derecha-izquierda y eso llega cuando vives un abandono. Mira las ciudades del norte, están abandonadas y es donde se produce la riqueza del país. Eso la gente lo vive, lo ve y lo siente. Muchos extranjeros que vienen no pueden creer que estas son las ciudades donde se produce la riqueza del país. Aquí donde vivo el agua es más cara que un litro de Coca-Cola, no hay especialistas y tienen que viajar a Santiago por todo», finalizó Berríos.
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