Para un descanso reparador: estos son los hábitos para un buen dormir y que podrían alargar tu vida
Especialistas advierten que el 95% de las personas no logra un sueño reparador, lo cual impacta directamente en la memoria, el corazón, el ánimo y el sistema inmune.

Imagen referencial / Prapass Pulsub
Cada vez más estudios confirman que el sueño es un pilar esencial de la salud integral, tan relevante como la alimentación o el ejercicio. Según datos recopilados por HIS (Health Intelligence Solutions), el 95% de los adultos no duerme lo suficiente al menos tres veces por semana, lo que afecta funciones fundamentales como la memoria, el estado de ánimo y la regulación emocional.
La evidencia científica señala que dormir entre 7 y 9 horas reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ayuda a mantener una buena regulación metabólica, según el National Institutes of Health. Durante la noche, el cuerpo activa procesos de reparación celular, orden hormonal y limpieza de desechos metabólicos en el cerebro, claves para la salud cognitiva.
Para la psicóloga y especialista en higiene del sueño de Emma Colchón, Theresa Schnorbach, descansar es una forma concreta de medicina preventiva. “Cuando dormimos bien, el cuerpo realiza procesos esenciales de reparación y orden interno. Descansar es una inversión en salud presente y futura”, afirmó.
El impacto del sueño en el día a día es evidente. Un descanso adecuado fortalece la memoria, mejora la capacidad de aprendizaje y permite una mejor toma de decisiones. La falta de sueño, en cambio, eleva los niveles de estrés, incrementa la irritabilidad y afecta la productividad tanto en el trabajo como en la vida personal.
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A nivel físico, el sueño adecuado refuerza el sistema inmune, ayudando a prevenir enfermedades y a mantener una respuesta más efectiva frente a virus y bacterias. Dormir mal de manera crónica, en cambio, puede aumentar la inflamación del organismo, favorecer trastornos metabólicos y debilitar la defensa inmunológica.
Entre los hábitos para un buen descanso y que podrían mejorar tu vida, según los especialistas, están:
- Evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir.
- Mantener horarios regulares para dormir.
- Crear un ambiente oscuro y silencioso.
La importancia del sueño también tiene un fuerte componente emocional. Las personas que descansan bien muestran mayor estabilidad anímica, mejor tolerancia al estrés y relaciones sociales más saludables. Este equilibrio repercute directamente en la convivencia, la salud mental y el bienestar general.
Finalmente, expertos de HIS recuerdan que mejorar los hábitos nocturnos puede transformar la salud a largo plazo, reduciendo riesgos de enfermedades crónicas y potenciando el bienestar integral. “Cuando la noche se vuelve aliada, la salud entera responde mejor”, concluye Schnorbach.
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