Review | Luis Miguel, La Serie Temporada 2 – Capítulo 3: Inexplicable fantasía
Después de un prometedor arranque, el tercer episodio baja en todo nivel: sólo la trivia pop y referencias al Festival de Viña lo salvan.
Llegamos al primer capítulo unitario de estreno semanal de Luis Miguel, La Serie, con un combo de referencias pop que entretienen y ayudan a distraer el foco respecto al destino y las circunstancias de una historia que, más allá de las revelaciones sobre la vida de su protagonista, amenaza con perder el encanto que la ha vuelto querible e imperdible.
En el episodio vemos a un Luis Miguel lidiando entre su momento artístico (inicialmente representado con la triste decisión de modificar el glorioso paso del azteca por Viña 1994 con el Aries recién lanzado. ¿Cómo hubiese sido darle la relevancia que verdaderamente tuvo ese show en la realidad? Un hito épico y emocionante como los mejores de la serie, seguro), y un momento personal, que más parece un combo de anécdotas que una era de conflictos importantes.
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La dualidad entre ambos mundos del mexicano en las dos líneas temporales abandona la prolijidad que ha caracterizado la serie, repitiendo bromas (ojo a la cantidad de ‘qué chistoso-chistocito-chistocita’ que se repiten en distintos momentos y tiempos del capítulo), con diálogos informativos y básicos, además de cargas emotivas en personajes equivocados (qué castigo ver sufrir a Juanpa Zurita por muy necesario que fuera para la trama).
Aun así, el tercer capítulo, en el que el guionista y escritor Daniel Krauze incluye al chileno Diego Ayala, encanta con las referencias a «nuestro» Festival de Viña (no nos olvidemos que es una serie y que no todo será ajustado a la realidad), a Cris Valdés, cierto músico «rival» de «Micky», a una pareja tan popular como él en ese tiempo y al origen de «Suave», que da nombre al capítulo, marcado por la relevancia del músico y productor Kiko Cibrian.
Diego Boneta, por su parte, sigue cargando más peso del que ya le corresponde y se comienzan a tejer tímidamente un par de conflictos personales, en el pasado y en la línea más próxima a nuestros días, mucho más contundentes que los que vimos. Pareciera ser que lo relativo a Michelle se cocinará a fuego lento o, directamente, será un destello poderoso que irá apagándose como estrella fugaz a medida que avancemos.
La próxima semana llegaremos a la mitad de Luis Miguel, La Serie y el misterio crece, como nuestras ganas de que la serie explote, como lo hizo en su primer ciclo.
