Helhue Sukni sufre con el terrible síndrome del nido vacío: «Uno tiene que ser fuerte»

No lo ha pasado bien en el último tiempo. Y ahora, Helhue Sukni sufrió un nuevo revés en su vida. Uno que la tiene, tal como confesó en sus redes sociales, muy triste.

Es que la abogada ha debido enfrentar varios episodios complejos en las últimas semanas, partiendo, por ejemplo, por su salud, que la tuvo incluso internada algunos días.

«Tengo líquido en el pulmón, tengo pus y tengo la zorr… en todas mis cuerdas vocales… en la garganta tenía así lleno de pus, la laringe, la faringe… no, atroz», indicó en aquella oportunidad sobre el virus que la llevó a urgencia.

[dps_related_post ids=»5044251,5028299″]

Junto a esto, también se sumó un problema laboral de aquellos, cuando un hombre la acusó en el matinal de CHV de malas prácticas laborales: «La medio perso de la Helhue, enviar a sus clientes a presionar a las víctimas para que desistan de las querellas, entregándoles los datos personales». 

Una declaración que indignó a la rubia, que contestó en ADN que «me están haciendo una acusación infundada. Yo voy a ir a la Fiscalía de Las Condes y me voy a autodenunciar para que me investiguen».

Helhue Sukni y su nueva pena

Tras todo esto, ahora la ex Discípulo del Chef reveló que está enfrentando otra pena más. Una que tiene que ver nada menos que con una de sus queridas hijas.

«Este es un video muy importante para la vida de una persona que vivía en esta casa y que se fue el día de hoy: mi hija del medio Widad. Tiene 27 años y se fue a vivir con el pololo, no se fue casada, se fue vivir con el pololo», partió diciendo en sus clásicos registros de Instagram.

Luego, agregó que ésta fue una decisión que no le parecía para nada. «No estaba de acuerdo. En definitiva, qué le voy a hacer, hay que aceptarlo, porque la cabra ya tiene 27 años, no iba a obligarla, a amarrarla. Igual tengo un poco de pena», confesó.

Posteriormente, la experta en leyes reflexionó: «mejor que haga su vida, tiene que buscar su destino. Por lo menos el cabro es bueno, no toma, no fuma, es sano, estudioso, ingeniero, qué más quiero. Lo importante es que el cabro es bueno del corazón».

Después de esto, eso sí, dejó entrever que estaba pasándolo muy mal con el llamado síndrome del nido vacío, aquella sensación de soledad que los padres u otros tutores pueden sentir cuando uno o más de sus hijos abandonan el hogar.

«Estoy media tristona, porque es difícil para una mamá que un hijo se vaya de la casa, pero así es la vida. Uno tiene que ser fuerte y enfrentar los buenos y malos momentos», concluyó Helhue Sukni sobre este nuevo, y difícil, capítulo.