Crece extraño síndrome relacionado con el consumo prolongado de marihuana
Un estudio de la Universidad de Illinois revela que la tasa de visitas hospitalarias por esta afección se quintuplicó entre 2016 y 2022.

Crece extraño síndrome relacionado con el consumo prolongado de marihuana / sutiporn somnam
Las salas de emergencia en Estados Unidos están registrando un incremento notable en casos de Síndrome de Hiperémesis Cannabinoide (CHS), una afección poco común pero debilitante asociada al consumo crónico de marihuana. Según un nuevo estudio de la Universidad de Illinois en Chicago publicado en JAMA Network Open, la tasa de visitas por este trastorno saltó de 4 a 22 por cada 100.000 pacientes entre 2016 y 2022.
La investigación, liderada por James Swartz y Dana Franceschini, analizó masivamente 806 millones de registros hospitalarios. Los datos confirman que, aunque el CHS sigue siendo una patología minoritaria, su prevalencia se ha acelerado, especialmente durante y después de la pandemia de COVID-19. El síndrome se manifiesta con episodios cíclicos de náuseas incontrolables, dolor abdominal agudo y vómitos que pueden durar días, afectando principalmente a usuarios frecuentes que llevan años consumiendo la sustancia.
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Curiosamente, el perfil demográfico de los afectados se concentra en personas cercanas a los 30 años, con una ligera preponderancia en mujeres y mayor incidencia en las regiones del oeste y noreste del país. Un rasgo distintivo de este cuadro clínico es que los pacientes suelen encontrar alivio temporal mediante baños o duchas con agua muy caliente, un detalle que a menudo ayuda a diferenciarlo de otras enfermedades gástricas.
El desafío del diagnóstico y la “paradoja” estadística
Identificar el CHS es un reto complejo para el personal médico. Al no tener un código de diagnóstico nacional hasta hace poco, el seguimiento era deficiente. A menudo se confunde con el síndrome de vómitos cíclicos y el diagnóstico se realiza “por exclusión”, es decir, descartando otras causas posibles tras múltiples pruebas. Además, la detección depende de que el paciente admita su consumo de cannabis, algo que no siempre ocurre en la primera consulta.
Los investigadores plantean una paradoja sobre las cifras actuales: ¿hay realmente más enfermos o los médicos ahora saben qué buscar? Si bien la legalización y la disponibilidad de productos de alta potencia crecieron antes de 2020, el aumento significativo de casos coincide con la crisis sanitaria global. Esto sugiere que el estrés y el aislamiento de la pandemia pudieron actuar como catalizadores del consumo y, por ende, del trastorno.

Olena Ruban
Tratamiento y prevención
A pesar de la gravedad de los síntomas, la solución clínica es directa pero requiere voluntad del paciente: la única cura conocida y efectiva es el cese total del consumo de cannabis. El síndrome no se desarrolla de inmediato, sino que suele aparecer gradualmente tras años de uso, comenzando con náuseas matutinas que evolucionan hacia crisis agudas.
Swartz y Franceschini advierten que, independientemente de si el alza se debe a una mayor vigilancia diagnóstica o a un aumento real del uso problemático, la tendencia es clara. Se requiere más investigación para entender por qué solo una pequeña fracción de los consumidores desarrolla esta reacción adversa y para estandarizar protocolos que eviten que los pacientes pasen por múltiples ingresos hospitalarios antes de recibir el diagnóstico correcto.
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