Estudio UC advierte que proyecto FES no significaría un ahorro: generaría gasto de hasta US$200 millones anuales
Académicos de la Universidad Católica señalan que los ahorros de la Dipres provienen de la eliminación de becas y el retraso en la gratuidad, medidas que no están directamente vinculadas al nuevo sistema de financiamiento que elimina el CAE.
Agencia Uno
Un informe elaborado por académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) advirtió que el proyecto de ley de Financiamiento de la Educación Superior (FES) podría implicar un gasto fiscal neto “creciente” y “directo sobre el balance fiscal”, que superaría los $200 mil millones anuales al término de una década. Esta proyección se contrapone con los ahorros que estiman el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos (Dipres).
El análisis, realizado en base a información pública, sostiene que las proyecciones fiscales del FES se apoyan en supuestos optimistas que “deben analizarse con precaución”. Según el estudio, el efecto neto positivo en las cuentas fiscales que proyecta la Dipres no proviene del diseño del FES en sí mismo, sino de otras decisiones de política pública.
Ahorros desvinculados del diseño central
El informe explica que los ahorros estimados por la Dipres dependen de factores que no están directamente vinculados al diseño estructural del FES.
- Estos ahorros dependen de la eliminación de becas de arancel y del retraso en la ampliación de la gratuidad.
- Asimismo, se apoyan en mejoras sustanciales en la cobranza y la mantención de altos niveles de morosidad en el CAE (Crédito con Aval del Estado).
El estudio de la UC subraya que, “sin esas medidas, el sistema generaría un gasto neto y creciente por sobre los $200 mil millones anuales al décimo año”. El análisis concluye que la dependencia de estos factores podría “distorsionar la evaluación real del impacto fiscal del proyecto”.
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Cuestionamiento contable: gasto “sobre la línea”
Otro punto clave de la advertencia es el registro contable de los desembolsos del FES. Los académicos indican que, bajo las reglas contables vigentes y según los criterios del Consejo Fiscal Autónomo, el gasto del FES debe registrarse “sobre la línea”. Esto significa que debe contabilizarse como gasto efectivo que impacta directamente el balance estructural del Gobierno.
Esto contrasta con la propuesta del Ejecutivo, que plantea tratarlos “bajo la línea” como si fueran un activo financiero recuperable. Si los desembolsos se contabilizan correctamente “sobre la línea”, el gasto aumentaría en más de US$800 millones durante los dos primeros años , lo que “dificultaría el cumplimiento de las metas fiscales comprometidas por la autoridad”.
Recomendación de separar el proyecto
El informe subraya que el FES no es autofinanciado, ya que cada año requerirá nuevos aportes fiscales para cubrir compromisos. Su equilibrio depende de supuestos “altamente inciertos” como el crecimiento salarial de los egresados y la informalidad laboral , lo que podría “tensionar significativamente el marco fiscal” de mediano y largo plazo.
Considerando las limitadas holguras fiscales del país (solo un 0,1% del PIB disponible al año para nuevas iniciativas entre 2027-2030, según la Dipres), los autores recomiendan separar la discusión legislativa:
- Por un lado, abordar los artículos transitorios para resolver la deuda educativa existente (incluyendo el nuevo sistema de cobranza a través del SII).
- Por otro lado, dejar la creación del componente estructural del FES, cuyo diseño “requiere un análisis más profundo y evidencia comparada antes de su aprobación definitiva”.