Golpe a la Casa Real: príncipe ligado a Jeffrey Epstein renuncia a sus títulos
Con aval de Carlos III, renuncia al título y a honores como la Jarretera y la Real Orden Victoriana; mantiene su estatus de príncipe.
príncipe andrés acusado de abuso sexual
El príncipe Andrés anunció que dejará de usar su título de duque de York y renunciará a otros honores reales, luego de que su amistad con Jeffrey Epstein volviera a acaparar titulares. “Con el consentimiento de Su Majestad, considero que debo dar un paso más. Por lo tanto, ya no usaré mi título ni los honores que me han sido conferidos. Como ya he dicho, niego rotundamente las acusaciones contra mí”, señaló en un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham.
El príncipe sostuvo que “las continuas acusaciones sobre mí distraen del trabajo de Su Majestad y la familia real”.
La decisión llega mientras circulan extractos de unas memorias póstumas de Virginia Roberts Giuffre —quien lo demandó en 2021— en las que detalla supuestos encuentros con Andrés cuando ella tenía 17 años. El príncipe, de 65 años, niega haberla conocido y rechaza cualquier conducta impropia. El caso civil se resolvió en 2022 por una suma no revelada; en documentos judiciales, Andrés reconoció que Epstein fue un traficante sexual y que Giuffre fue una víctima reconocida de abuso.
Revisa también:
Andrés ya se había retirado de la vida pública en 2019, tras su fallida entrevista con la BBC, donde intentó refutar las acusaciones y dejó frases ampliamente criticadas —como afirmar que era médicamente incapaz de sudar— sin mostrar empatía hacia las víctimas de Epstein. Ahora, además de dejar de ostentar el ducado, renunciará a la dignidad de Caballero Gran Cruz de la Real Orden Victoriana y a la de Caballero Compañero de la Muy Noble Orden de la Jarretera. Seguirá siendo príncipe por derecho de nacimiento.
La caída en desgracia del que fuera segundo en la línea de sucesión se ha visto alimentada por sus vínculos con Epstein y controversias financieras. Con esta renuncia, la Casa Real busca contener el daño reputacional y despejar el terreno para que “el trabajo de Su Majestad y la familia real” no siga ensombrecido por el escándalo.