;

¿Qué pasa si consumo mucha proteína? Señales, riesgos y cómo hacerlo bien según los expertos

Guía rápida para ajustar gramos por kilo, evitar la “intoxicación proteica” y elegir mejores fuentes sin castigar tu salud.

Proteína en polvo

Proteína en polvo / iprogressman

La proteína es clave para tus músculos, hormonas, enzimas y defensas. Pero “más” no siempre significa “mejor”.

Para la mayoría de los adultos, las guías recomiendan entre 0,75 y 0,84 g por kilo de peso al día (aprox. 53 g/día para una mujer de 70 kg y 76 g/día para un hombre de 90 kg). Si haces fuerza/hipertrofia, subir hasta ~1,6 g/kg puede ayudar; por encima de eso no se observa ganancia muscular adicional, publica ScienceAlert.

Revisa también:

ADN

¿Qué pasa cuando te pasas?

  • Exceso calórico → más grasa corporal. La proteína también aporta energía; si superas tus necesidades, el cuerpo almacena el excedente como grasa.
  • Desbalances nutricionales. Mucha proteína sin suficientes carbohidratos y grasas puede llevar a “intoxicación proteica” (la clásica “inanición de conejo”): malestar, fatiga, náuseas y riesgo de complicaciones.
  • Cuidado si tienes riñones enfermos. En enfermedad renal crónica, el exceso proteico puede agravar el daño. Debe manejarse con un/a dietista.

No solo cuánto: importa de dónde viene

  • Proteínas animales (carne, lácteos, huevos, pescado): asociadas a mayor riesgo de diabetes tipo 2 y mortalidad por cáncer cuando predominan en la dieta, en parte por su mayor grasa saturada.
  • Proteínas vegetales (legumbres, soya, frutos secos, cereales integrales): se asocian con menor riesgo de diabetes tipo 2, menor mortalidad por cáncer y mejor perfil de colesterol. Además aportan fibra, de la que la mayoría consume poco.

Cómo quedarte con los beneficios (sin pasarte)

  • Calcula un rango útil: 0,8–1,2 g/kg/día para la mayoría; hasta 1,6 g/kg/día si entrenas fuerza en serio.
  • Reparte en el día: 20–40 g por comida para optimizar síntesis muscular.
  • Prioriza fuentes vegetales (lentejas, garbanzos, tofu, porotos, quinoa) y carnes magras/pescado; limita embutidos y cortes grasos.
  • Mantén el equilibrio: acompaña con carbohidratos de calidad (papas, arroz, frutas) y grasas saludables (aceite de oliva, palta, frutos secos).
  • Atiende señales: sed inusual, fatiga, malestar digestivo o caída del rendimiento pueden indicar que tu distribución de macros no te está funcionando.

Contenido patrocinado

El siguiente artículo se está cargando

ADN Radio
En vivo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

URL copiada al portapapeles

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad