Mantas pesadas: ¿calman la ansiedad o son un “abrazo” costoso?, esto dice la ciencia

Las mantas con peso —rellenas con cuentas de vidrio o bolitas plásticas— saltaron del mundo terapéutico a la moda del bienestar. Se venden como antídoto para el insomnio y la ansiedad, y recomiendan elegir un peso cercano al 10% del cuerpo para lograr una “presión profunda” que imita un abrazo. ¿Qué dice la evidencia?

Lo que sí sabemos

• En poblaciones clínicas: estudios controlados muestran mejoras del sueño en personas con depresión, trastorno bipolar, ansiedad o TDAH. También se ha descrito una reducción rápida de ansiedad en hospitalizados tras minutos de uso.
• En población general: las revisiones sistemáticas no hallan pruebas sólidas y consistentes de beneficios. Aproximadamente la mitad de los estudios disponibles no cumple estándares metodológicos robustos, por lo que las grandes promesas de marketing exageran su respaldo científico, publica ScienceAlert.

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¿Para quién podrían servir?

• Quienes duermen en horarios irregulares (turnos, siestas estratégicas: personal sanitario, bomberos, pilotos) podrían notar que concilian el sueño más rápido.
• Efecto placebo: si te sientes más tranquilo y duermes mejor, igual es valioso, siempre que tengas expectativas realistas.

Precauciones y contraindicaciones

• No usar en personas que no puedan retirarla por sí mismas (niños pequeños, movilidad reducida).
• Consultar con el médico si tienes apnea del sueño, EPOC, asma, problemas circulatorios, hipertensión, diabetes o claustrofobia.
• No hay reportes de daños graves, pero usa el sentido común: si notas dificultad para respirar, calor excesivo o incomodidad, suspende su uso.

El veredicto

Las mantas pesadas son una intervención de bajo riesgo que puede complementar una buena higiene del sueño (horarios regulares, menos pantallas por la noche, ambiente oscuro y fresco). No son una cura de la ansiedad moderna ni sustituyen tratamiento psicológico o médico.Si decides comprar una, hazlo por lo que realmente ofrecen: confort, sensación de seguridad y quizá un mejor inicio del sueño. En otras palabras, puede ser un abrazo… pero uno caro.