Crisis de personal en la salud: gremios dan cuenta del cierre de camas críticas tras desvinculaciones masivas

Quizás la cifra se haga impersonal por lo magna: 6.300 trabajadores a honorarios del área de la salud pública serán (o están siendo) desvinculados con motivos del fin de la alerta sanitaria por el covid-19. Este miércoles, la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile (Fenasenf) de alguna forma graficaron la situación.

Cristian Caro, presidente subrogante de la asociación gremial, ejemplificó: «Hoy (miércoles) nos informa el Hospital de Valdivia, donde incluso nos han hecho llegar algunas imágenes donde ya se están cerrando camas críticas por la desvinculación del personal; el Hospital Regional de Rancagua, donde inicialmente nos habían hablado de un cierre de cerca de 13 camas médico quirúrgicas, pero ya estamos hablando de cerca de 70 camas; en el Hospital de Higueras tendría que desvincular a 333 funcionarios en una primera tanda, que ya se fueron el 30 de septiembre, y una segunda tanda en octubre. En O’Higgins se tienen que ir 400 funcionarios».

La Confederación de Trabajadores de la Salud (Fenats) sigue movilizada. Influye, quizás, que la acción de despidos sea escalonada: un grupo en este año, otro el mes de noviembre y así hasta el fin de 2023.

En Santiago, y particularmente en el Hospital Félix Bulnes, a modo de ejemplo, se tendrían que despedir a 400 trabajadores. Y de lo más de 6 mil, el 70% sería de profesionales.

Como clímax, puede que la evaluación de la ministra de Salud, Ximena Aguilera, a ojos de los afectados, no sea la mejor: aseguraron que tiene «poca voluntad de diálogo para resolver la crisis», y que ella es más administrativa que política. 

«Es una situación bastante crítica en algunos puntos específicos. Me gustaría dejar claro también de que esta diferencia que existe entre algunos hospitales y otros también se debe a la capacidad o a las habilidades de autogestión que tienen los distintos servicios de salud y los distintos hospitales», puntualizó el presidente Caro.

Soluciones

Ha trascendido que algunos centros han tercerizado servicios, «poniendo a disposición los contratos» de los trabajadores a desvincular, lo que, a juicio del gremio, «lo precariza». Además, con la reducción de camas, «vamos a quedar con menos camas a nivel nacional de las requeridas por la comunidad». 

En la misma línea, en el Hospital de Higueras, a modo de ejemplo, antes de la pandemia, el egreso era de 32 pacientes al mes, con una mortalidad del 27%; hoy, con la misma UCI y la actual dotación, hay un egreso de 150 pacientes mensuales y una reducción de la mortalidad del 15%. «O sea, estamos diciendo que antes de la pandemia se moría uno de cada cuatro pacientes en esa UCI. Hoy día, después de la pandemia, se muere casi uno de cada diez, cosa que son números bastante decidores», cerró Caro.