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«Factor 30-30-30»: experto explica qué es y su rol en la propagación de incendios forestales

Se trata de las catastróficas condiciones climatológicas que se conjugan para la propagación de incendios forestales en el país.

«Factor 30-30-30»: experto explica qué es y su rol en la propagación de incendios forestales
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La recurrencia de los incendios forestales en el país mantiene tanto a autoridades como la población preocupada por este tipo de eventos, a raíz de esto es que en los medios de comunicación y en boca de especialista ha circulado el término “Factor 30-30-30”. 

El conocido “Factor 30-30-30” es un concepto que reúne tres condiciones climatológicas: temperaturas superiores a 30 °C, vientos sobre los 30 kilómetros por hora y una humedad relativa del ambiente inferior a 30%. Una combinación de partes bajo las cuales se facilita la propagación de incendios forestales. 

El académico de la U. de Chile y experto en incendios, Miguel Castillo, explicó que este elemento representa una señal de alerta, ya que se trata de condiciones muy favorables para que se produzcan siniestros de magnitud. Pero que; sin embargo, afirmó que este escenario no necesariamente es un requisito para que las llamas abarquen una mayor superficie. 

“Es útil. Por ningún caso es descalificable, solo que el origen del término no está demostrado científicamente. Pero se acerca a las condiciones de extremo cuidado que debiera tomar conocimiento el gestor de incendios para tomar medidas”, precisó.

Asimismo, Castillo aclaró que cuando se utiliza este concepto, “uno piensa que los incendios van a ser feroces y a veces no es así porque va a depender mucho del lugar donde se presente y la oportunidad de cómo se combata”.

Una estrategia de prevención de incendios forestales

El “Factor 30-30-30” expone su mayor utilidad como una herramienta para “las estrategias de prevención y en la entrega de información a la comunidad, sobre todo si se toma en cuenta las constantes olas de calor”, según las palabras del experto en incendios. 

Lo que ejemplificó en el caso de que se pronostican ráfagas de viento permanente y seco, junto con temperaturas sobre los 30 °C. En este caso, el académico sugirió que las comunidades establezcan pautas de preparación para un eventual combate de incendio. “Limpiar basurales y techumbres, actualizar redes de WhatsApp, coordinación con los municipios para ver cómo están las presiones de agua, cómo está el tema de los automóviles en cuanto a estacionamiento, caminos e infraestructura crítica”, acotó.

No obstante, hay un aspecto que Castillo aborda y que permite comprender el fenómeno de los incendios forestales desde la arista de la acción de los humanos.

En ese sentido, Castillo comenta que “todas las semanas la Conaf está permanentemente monitoreando los calendarios para quema de pastizales y los agricultores insisten en quemar en verano y no es posible” señaló.

Hay factores que son inmanejables para el control de los siniestros, como lo son los aspectos metereológicos como el “Factor 30-30-30”. Sin embargo, hay conductas de las personas que ponen en riesgo de ocurrencias como los incendios forestales, las sí son manejables.

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