;

Exdirector de Gendarmería denuncia que internos son violados y filmados para extorsionar a sus familias

En conversación con ADN Hoy, el coronel Christian Alveal dio cuenta de cómo funciona el crimen organizado en los centros penitenciarios nacionales y el cambio cualitativo de los últimos años.

Christian Alveal, Gendarmería, 1024x576 jpg ok

Christian Alveal, Gendarmería, 1024x576 jpg ok

Exdirector de Gendarmería, coronel Christian Alveal, por estado de las cárceles en Chile - ADN Hoy - 19 de julio de 2022

20:42

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://www.adnradio.cl/embed/audio/538/1658232082572/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Todo pasó muy rápido: la subsecretaría de Salud prohibió el uso de body scan en las cárceles, arguyendo que eran dañinos para la salud. La medida tuvo reacciones inmediatas y transversales, a tal punto que el lunes el Gobierno echó pie atrás y anunció la creación de una mesa para abordar la situación. Con todo, trajo a colación el debate del mundo penitenciario.

Sobre todo esto fue que conversó la mañana de este martes con ADN Hoy el exdirector de Gendarmería, coronel Christian Alveal.

[dps_related_post ids=»5062358,5061483″]

Antes que todo, el coronel comparte el diágnostico de descoordinación entre las carteras de Salud y Justicia, puesto que esos implementos tecnológicos son «esenciales: muchas veces al interior de las cárceles ingresan armas, explosivos, drogas (…) Si nosotros queremos hacer un esfuerzo para que las cárceles sean centros de reinserción y maximizar ese objetivo, claramente tenemos que alejar aquellos elementos prohibidos. Porque la droga no es que le sobre a quienes la trafican, sino porque quien la vende dentro de las cárceles se enriquecen, y quienes se enriquecen tienen poder distinto. Y los poderes dentro de la cárcel generan violencia».

Así, Alveal apunta a que esta tecnología «se concentre en la población penal más compleja. Convengamos que en cárceles más pequeñas donde no están los reclusos con mayor poder económico… Entiendo que estos body scan están solo en 10 cárceles y donde están los criminales más complejos. Nos parece totalmente grave que donde están estos body scan llegara una resolución sanitaria que los prohibiera, justamente donde están los criminales más peligrosos. En una semana sin equipamiento, a lo mejor cuántas armas de fuego, drogas o explosivos podrían ingresar, y quién iba a asumir esos costos».

En esa línea, ejemplificó del cambio cualitativo en el mundo penitenciario: «Hay videos donde internos muestran siendo obligados a hacerle sexo oral a otros internos. Están grabados dentro de una cárcel y les mandan estos videos a las familias y les solicitan una suma de dinero para evitar que sigan siendo agredidos. Ese elemento que la misma familia te entrega como probatorio, realizas el procedimiento denunciándolo en al Ministerio Público, sin embargo los internos desisten de la denuncia por temor, no solo adentro de la cárcel, sino por lo que puedan hacerle a las familias. Lo vemos muy lejano, en series de narcos de Netflix, pero los antecedentes que manejamos del cambio cualitativo de la delincuencia son muy anteriores».

[dps_related_post ids=»5061905,5051955″]

Según datos de la institución, en 2019 se requisaron 180 kilos de drogas, lo que para el 2021 subió a 500 kilos. A esos datos se suma otro antecedente: es solo cerca del 20% de las sustancias ilícitas las que se requisan. 

Estado de la población penal

Al body scan también se suma otra tecnología que, a juicio del exdirector, serviría para el control de los reclusos: los inhibidores de señal de teléfono. Esto debería ser un esfuerzo para que se priorice como política pública, «porque a través de esos teléfonos no es que estén satisfaciendo necesidades de comunicación, que son legítimas, sino que son para practicar delitos. Si no asumimos esto de manera frontal, clara, vamos a tener, lamentablemente, la realidad de países donde prácticamente el Estado está fallido y el crimen organizado manda en las calles y en las cárceles».

«El problema delictual hay que asumirlo como problema de Estado, no como de Gobierno particular. Cuando el domingo en un panel de televisión un diputado veía el crimen organizado como un problema transversal, ese es el punto: si minimizamos los riesgos del crimen organizado, terminan sometiendo a los países donde se instalan. Y terminan sometiendo a los más pobres», añadió.

Con todo, un cambio radical sería un cambio en los regímenes penitenciarios: «Por ejemplo, en las cárceles chilenas muchos son espacios comunes donde interactúan internos 24/7, no en una celda individual (…) Le temen a regímenes más estrictos. Que tengan todas las condiciones, como luz natural, comida, etc., pero más aislados. Veamos la rentabilidad: la reincidencia es del 50%, que es muy alta. Si pensáramos los regímenes de acuerdo a los delitos, la reincidencia disminuiría».

Contenido patrocinado

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen vivo

ADN Radio
En vivo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

URL copiada al portapapeles

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad