Ucrania rechaza ultimátum ruso para la rendición en Mariupol
Así lo confirmó el primer ministro de Ucrania, Denis Shmihal, al comentar que "la ciudad aún no ha caído. Nuestros soldados aún están ahí".
Durante las últimas horas, Ucrania confirmó que sus soldados en Mariupol no se rendirán. Esto en el marco del ultimátum que dio Rusia, para que la ciudad fuera evacuada militarmente en «7 horas».
“Los que abandonen las armas salvarán su vida. Es su única oportunidad”, dijo el Kremlin a los soldados ucranianos que aún se mantienen atrincherados.
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Según reporteros de El País, la resistencia local se encuentra en el complejo metalúrgico de Azovstal, en el sur de la ciudad y escenario de las batallas más intensas de las últimas semanas.
El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, ha admitido que «no hay comunicaciones diplomáticas con Rusia». En conversación con medios estadounidenses, Kuleba señaló que » la suerte de Mariupol puede constituir una “línea roja” en las negociaciones».
“Lo que queda del Ejército ucraniano y un gran grupo de civiles están rodeados por las fuerzas rusas. Siguen combatiendo, pero parece, visto el comportamiento del Ejército ruso en Mariupol, que han decidido arrasar la ciudad a cualquier precio”, agregó Kuleba.
En esa misma línea, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, admitió el riesgo. El mandatario advirtió que “la eliminación de los últimos militares resistentes allí pondría fin a cualquier negociación de paz”.
La importancia de Mariupol
El puerto de Mariupol, en la región del Donetsk, se podría convertir en la primera gran ciudad tomada por Rusia. Muy cercana al Mar Negro, la captura de esta ciudad significa unificar la zona con Crimea, territorio ya anexado por los rusos el 2014.
Moscú contempla que con la potencial victoria, se pueda crear un «cordón» en términos militares, y que eso «garantice la seguridad del país».
La ciudad ha sido catalogada como lugar de «crisis humanitaria severa». Además, distintas imágenes y reportes evidencian que Mariupol esta prácticamente en ruinas.
«Más de 100.000 civiles en Mariupol se están muriendo de hambre y necesitan desesperadamente alimentos, agua y calefacción”, declaró la ONU.