Keishia Thorpe, ganadora del Global Teacher Prize 2021: «El covid realmente ha abierto los ojos a una gran cantidad de las desigualdades»
La ganadora del premio internacional, que distingue a los mejores profesores del mundo, conversó con ADN sobre su historia y opinó sobre la educación a nivel global. También detalló su experiencia con las escuelas comunitarias, en las que enseña diversas materias a niños y niñas inmigrantes y refugiados.

US teacher Keishia Thorpe reacts after winning the Global Teacher Prize 2021 at the UNESCO headquarters in Paris, on November 10, 2021. (Photo by BERTRAND GUAY / AFP) (Photo by BERTRAND GUAY/AFP via Getty Images)
Keishia Thorpe huyó de la pobreza y la violencia en Jamaica cuando apenas era una niña. Llegó a Estados Unidos con una beca de atletismo y hoy enseña inglés a estudiantes inmigrantes y refugiados, todos de escasos recursos. Trabaja en la International High School Langley Park, en Blandensburg, Maryland. Su objetivo es preparar a los jóvenes para la universidad.
Esta profesora, quien lleva 16 años defendiendo incansablemente a sus estudiantes, fue ganadora del National Life Changer of the Year del National Life Group del periodo 2018-2019. Aunque su distinción más importante es el Global Teacher Prize que recibió en 2021, iniciativa que ADN apoya desde hace años. Keishia Thorpe ha pasado a ser mentora de nuevos profesores, a compartir las mejores prácticas de enseñanza y a generar presión para mejorar la educación.
En conversación con ADN, Keishia Thrope habló de su historia, cómo comienza su recorrido en la educación y por qué eligió este camino, junto con opinar sobre la realidad a nivel internacional de la enseñanza en tiempos de covid.
Keishia Thorpe: «Yo no entendía qué era el racismo ni cómo identificarlo»
– ¿Cómo comienza su historia? ¿Cuándo se interesa en la educación?
«Bueno, mi historia comienza cuando yo era una pequeña niña en Jamaica con grandes sueños, ambiciones, y muchas ganas de aprender y salir de la pobreza. Debido a esto, trabajé muy duro y me uní al equipo de atletismo. Luego, cuando ingresé a la preparatoria un entrenador me hizo ver que era posible que fuera a la universidad».
«Obtuve una beca y aunque fui a la universidad para obtener un pregrado en leyes, las experiencias de los estudiantes que me rodeaban en diferentes escuelas marginales dentro del vecindario cercano a donde se ubicaba mi universidad, me inspiraron a ser profesora».
– ¿Cuál fue la primera materia que usted enseñó?
«La asignatura que enseño hoy en día y la que siempre he enseñado es el inglés. He impartido muchas disciplinas relacionadas: Literatura inglesa, Lengua inglesa, Inglés de nivel avanzado, escritura investigativa, escritura creativa, etc. Así que soy muy versátil en la enseñanza del inglés».
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– ¿En qué medida el Estados Unidos que usted conoció cuando llegó le cerraba la puerta a los inmigrantes, como todavía lo vemos y sigue sucediendo, cuál era el estado de la situación cuando usted llegó?
«Cuando llegué a los Estados Unidos, por supuesto, estaba eufórica por la oportunidad de entrar en la educación superior y por saber que la educación podría, de alguna manera, elevarme a un nivel que me permitiera ayudar a mi familia y a mí a salir de la pobreza. Sin embargo, hubo ciertos desafíos en el camino, una de las cosas que experimenté mucho fue el racismo y al provenir de Jamaica, yo no entendía qué era el racismo ni cómo identificarlo».
«Fue más tarde, después de haber tomado el curso de Estudios Afroamericanos en la universidad, de integrarme en la comunidad, hacer preguntas, investigar por mi cuenta y leer mucho, lo que me permitió entender la cultura, la división y cómo las minorías eran tratadas de forma diferente por el color de piel. Hoy en día todavía no lo logro entender, pero me ayuda a comprender mejor el contexto de los estudiantes a los que les enseño y es, sin duda, una de las razones por las que abogo por ellos con tanto ímpetu».
– Usted hablaba del racismo, de la discriminación. Estamos en el año 2022, en pleno siglo XXI, lógicamente en los últimos años hemos visto procesos en esta materia. ¿Por qué razón no hemos logrado desterrar el racismo y la discriminación en nuestra sociedad?
«En Jamaica, de donde vengo, hay un sistema de clases sociales y al venir a Estados Unidos es la primera vez que experimento el hecho de que alguien te juzgue o no te conceda oportunidades por el color de tu piel. Es algo que todavía estoy tratando de entender: la raíz profunda de los Estados Unidos, por supuesto que se remonta a la esclavitud, la cual posee tanta historia que para mí todavía hay mucho que develar».
«Creo que, aunque soy de raza negra, no soy afroamericana y todavía no entiendo necesariamente la experiencia afroamericana, porque no la he vivido. Mis antepasados no la vivieron, ya que no fueron esclavos en los Estados Unidos, así que, en cierto modo, no puedo hablar de su experiencia. Lo único que sé es que puedo hablar de mi experiencia como inmigrante y también de la discriminación a la que me enfrento, no sólo porque soy inmigrante, sino porque tengo una identidad similar a las de las personas oprimidas en los Estados Unidos».
«Para que las sociedades progresen, tenemos que empezar a considerar la equidad»
Hablemos de Chile. Hay una mirada instalada históricamente respecto de la desigualdad, dependiendo de la educación que obtenga una persona, según su estrato socioeconómico, según el colegio en el que le empiece por sus redes de contacto y por la situación en la escala social y de ingreso. ¿Qué opinión se ha formado de lo que conoce acerca de la educación y la desigualdad en Chile?
«Para que las sociedades progresen, tenemos que empezar a considerar la equidad y las prácticas más inclusivas. Sé que desde la pandemia es algo que ha estado en la mira de muchos países, en especial en temas de educación, muchos líderes de educación lo están considerando una prioridad. Sé que, en los Estados Unidos, en mi distrito escolar en particular, es una de las cosas que los líderes de nuestro distrito han defendido para nuestras escuelas».
«Una de las formas en que el distrito ha tratado de crear más equidad o aminorar las desigualdades, es hacer que nuestras escuelas sean lo que llamamos «escuelas comunitarias» y así, porque tenemos una gran diversidad en nuestra comunidad escolar».
«Su objetivo es asegurarse de que están entregando más de las cosas que los estudiantes necesitan, porque el covid realmente ha abierto los ojos a una gran cantidad de las desigualdades y una gran cantidad de las necesidades que los estudiantes tenían y que no se habían tomado en cuenta, por lo que al tener las escuelas comunitarias, éstas pueden comenzar a ofrecer servicios, y además, el hecho de que sean escuelas comunitarias también significa que reciben fondos estatales adicionales para atender a las necesidades de los estudiantes o las familias también».
¿Cuál es el método que empleó con sus estudiantes y que emplea hoy con sus estudiantes para que cuenten su historia, para que se identifiquen y para que se abran frente al mundo?
«La población de estudiantes a la que enseño son principalmente inmigrantes y refugiados. Cuando llegan a los Estados Unidos ya sienten que no pertenecen, así que cuando ingresan a la escuela de igual manera sienten que no es un lugar acogedor para ellos, así que una de las cosas que tratamos de hacer o que yo trato de hacer en mi clase es asegurarme de contarles mi historia. Una de las razones por las que elegí enseñar a esa población de estudiantes es porque viví esa experiencia y puedo conectarme e identificarme con su experiencia».
«Creo que eso es también lo que me permite construir relaciones con mis estudiantes inmediatamente, porque les cuento mi historia. Además, escucho su historia y es muy importante que permitamos la empatía en ese espacio para que los estudiantes puedan conectarse con nosotros. Así es más fácil construir relaciones y no sólo con ellos, sino también con sus familias, pues cuando vienen a nuestra escuela ya se sienten excluidos, por lo tanto, queremos asegurarnos de que se sientan seguros, reconocidos, valorados, con un sentido de pertenencia, un sentido de comunidad, y en nuestra escuela, esto es lo que intentamos ofrecerles».
«Cuando los profesores están bien, nuestros estudiantes también»
¿Cuál es el mensaje que busca entregar a los estudiantes y a los profesores chilenos?
«La educación es muy importante. Es el camino para que las personas mejoren su nivel de vida, de igual manera es importante desde el punto de vista económico, ya que es la única forma en que progresaremos. La calidad de la educación es muy importante y para ofrecer una educación de calidad tenemos que asegurarnos de que tenemos profesores capacitados, de que nuestros profesores se sientan valorados e incentivados para así poder realizar todas las cosas que se espera que hagan en el aula para los estudiantes».
«Como profesores, nos aseguramos de que tengan los conocimientos y el equipamiento para el mundo real, de que los motivemos, de que tengan todas las cosas que necesitan y los recursos que necesarios para aprender».
«Creo que lo mismo ocurre con los profesores. Ellos necesitan ese nivel de apoyo, ya sea socioemocional, salud mental, recursos en el aula, formación adicional, además de más espacio y colaboración, ya que durante el covid, muchos profesores han sufrido desgaste mental, un gran número de ellos tienen problemas de salud mental porque también han perdido a sus familias y han pasado por periodos de depresión debido a no estaban acostumbrados a quedarse en casa».
«De igual manera, muchos han tenido problemas con la tecnología, puesto que por primera vez se espera que usen sólo la tecnología en sus clases y muchos profesores también dependen de la interacción cara a cara con sus estudiantes y cuando ya no podían tenerla, se volvió un problema para ellos. Así que los líderes escolares tienen que entender esto también. Que si necesitan que los profesores estén bien para los estudiantes, los profesores tienen que estar bien».
«No se trata sólo de que los profesores deben estar bien para los estudiantes, sino que también debemos asegurarnos de crear el nivel de apoyo que los profesores necesitan para poder ir al aula a hacer su trabajo porque cuando ellos están bien, nuestros estudiantes están bien».
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