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VIDEO. Así fue Loserville: Limp Bizkit desató el caos perfecto en una jornada marcada por energía, cercanía y una fan chilena en escena

El festival convirtió al Estadio Santa Laura en un estallido de euforia colectiva, con shows intensos, mosh incesante y un momento inolvidable protagonizado por una joven chilena invitada a compartir el escenario durante Full Nelson.

Así fue Loserville: Limp Bizkit desató el caos perfecto en una jornada marcada por energía, cercanía y una fan chilena en escena

Un solo vistazo a la primera presentación de Slay Squad bastó para entender que Loserville no sería un festival contenido ni tímido. Desde temprano, el Estadio Santa Laura se transformó en un hervidero marcado por el exceso, el sudor y la catarsis compartida, en un ambiente donde se podía literalmente oler la energía de los mosh que venían.

La antesala avanzó con fuerza. Riff Raff aportó desfachatez, mientras Ecca Vandal sorprendió con potencia, preparando el terreno para una tarde que iría siempre en ascenso. Luego, 311 encendió aún más la mecha con un show sólido, pero el punto de quiebre llegó con Bullet For My Valentine, desatando bengalas, círculos de mosh y un público completamente entregado.

El clima era perfecto para el plato principal: Limp Bizkit, quienes reafirmaron por qué son el corazón y la identidad del festival. Antes de desatar la locura, dedicaron un sentido homenaje a Sam Rivers, gesto que emocionó al público antes del salto al caos energético.

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El estallido llegó con Break Stuff, que convirtió el estadio en una verdadera marea humana. Saltos, gritos, empujones, cuerpos desmayados y hasta personas trasladadas en silla de ruedas dieron cuenta de la intensidad del ritual colectivo. Fred Durst, dueño absoluto del escenario, bautizó al público como “perdedores oficiales”, avivando aún más la efusividad.

Entre hits como My Generation, Rollin’ y My Way, la banda mantuvo una conexión total con la audiencia, coronada por uno de los momentos más comentados de la noche: una joven chilena subida al escenario durante Full Nelson. La interacción fue aplaudida por miles de asistentes, reforzando la cercanía del grupo con su fanaticada local.

Hubo espacio para sorpresas, como el primer cover en la historia de Limp Bizkit de Sabotage de Beastie Boys, con participación de Ecca Vandal, además de guiños infaltables como Behind Blue Eyes y Faith, que permitieron breves respiraciones sin romper la atmósfera.

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