Quilicura transformó un vertedero en un hermoso humedal protegido: así fue el proceso a base de totora
El canal San Ignacio, en Quilicura, por años estuvo rodeado de vertederos ilegales y degradación. Hoy se está transformando en un ejemplo de regeneración ecológica. Javier Vergara, director ejecutivo de Ciudad Emergente, cuenta en Tu Nuevo ADN cómo se produjo esta recuperación.

Una nueva etapa en la transformación de los basurales informales que existen en la Región Metropolitana se vivió hace unos días en Quilicura. Se trata “Canales Sanos sin vertederos”, proyecto liderado por Ciudad Emergente, la Municipalidad de Quilicura y Urban Ocean, y que continúa el proceso de limpieza de un terreno ubicado al nororiente de la comuna, por donde cruza el Canal San Ignacio, y hábitat de la totora entre otras especies, amenazadas por el problema ambiental de los vertederos ilegales de residuos.
Este terreno de 10.000 m² ubicado en la calle Galvarino, es uno de los 65 vertederos ilegales de residuos sólidos que existen en la Región Metropolitana, según cifras del Ministerio de Medio Ambiente.
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Estos basurales informales ocupan extensas superficies periféricas especialmente en comunas como Quilicura, Puente Alto y Buin provocando un potencial daño a las distintas matrices ambientales, como agua, aire y suelo.
“Canales Sanos Sin Vertederos” se basa en los logros de la iniciativa anterior “Quilicura Limpia y Segura” (2024) en la que Ciudad Emergente junto a la Municipalidad de Quilicura lograron retirar 180 toneladas de basura e instalaron sensores ambientales para monitorear la calidad del agua.
En esta nueva etapa, inaugurada este mes, se buscó proteger y poner en valor el rol de la totora que habita en el canal y a la comunidad de totoreros como pilares fundamentales para el proceso de descontaminación de las aguas.

Para Javier Vergara Petrescu, director ejecutivo de Ciudad Emergente “estamos regenerando la ciudad, demostrando cómo Santiago y Quilicura pueden ser un ejemplo de acción climática poniendo en valor a sus comunidades, de forma innovadora y usando nuevas tecnologías”.
La totora es una especie vegetal que contribuye significativamente al ecosistema gracias a sus múltiples propiedades: captación de metales pesados, purificación del estado del agua, retención de nutrientes presentes en el suelo y soporte estructural del suelo.
Plan estratégico
Para protegerla, el proyecto ha mantenido un constante monitoreo ambiental, realizando evaluaciones del crecimiento de la totora en tres puntos del canal para medir su efecto descontaminante.
“Hace no mucho tiempo era un vertedero informal de residuos sólidos, y hoy junto a las comunidades de totoreros y un grupo muy amplio de organizaciones estratégicas, estamos poniendo en valor el canal San Ignacio y su totora, aportando no solo a su buen manejo y limpieza como instrumento de fitorremediación, sino también impactando positivamente en el cuidado de los canales, los ríos urbanos y finalmente los océanos”, remata Vergara.
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