Nutricionista de la selección argentina aconseja a futbolistas chilenos y advierte riesgos de consumir comida “chatarra” y alcohol

El encargado de la alimentación de la selección argentina, Luciano Spena, estuvo durante la semana pasada en Chile.

El nutricionista participó del High Perform Summit con especialistas de ciencia, tecnología y salud en el Claro Arena.

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“Estoy muy impresionado por las instalaciones, es un lugar maravilloso, increíble y en un evento con una camaradería que me tiene muy contento”, partió comentando en el diálogo con ADN Deportes.

-¿Qué significa para usted estar a cargo de los actuales campeones del mundo?

Es trabajar en elite del futbol mundial, con jugadores que están por sobre la media, y eso es un aprendizaje enorme. Con semejantes figuras ni te digo, yo los guío y ellos me enseñan mucho en el día a día.

-¿Con quiénes se lleva mejor?

Con todos tenemos una onda muy buena. Es un grupo maravilloso, nuestra fortaleza es esa, tener un el grupo hermanado, hablo de los jugadores, pero también del cuerpo médico, cuerpo técnico, todos unidos por cada objetivo.

-¿Lionel Messi come algo especial?

No come nada diferente, todos en el segmento automatizan el patrón alimentario. Armamos un buffet para que coman lo que corresponde, según su carga del día. Los de 38 o 39 años llevan una carrera larga, nadie les enseñará nada a estas alturas.

-¿Y hay jugadores mañosos?

No hay, porque no hay una comida única, siempre tenemos 3 o 4 proteínas, 2 o 3 verduras, 3 o 4 almidones para ofrecer. Siempre gusta algo, si no es pasta, es arroz o patata; lo mismo el pollo o pescado, la verdura salteada o al horno. No hay problema con eso.

-¿Se suman Lionel Scaloni y su equipo o tienen menú aparte?

Sí, porque entrenan muchísimo y también se cuidan, están en sintonía con estado general del grupo.

-¿Cuál es el límite de grasa y pliegues en los jugadores?

Depende, el límite máximo se define con el peso, hay que ver músculos, grasa y masa corporal total. Bielsa hablaba de la importancia del peso en el pico de la carrera. Se discute igualmente cómo llevar a futbolista hacia una zona baja en grasa. En ese ahorro calórico, importa el espejo, pero también que esté bien en lo deportivo. Uno trabaja para mejorar performance del jugador, y velar porque hay cuidados que a veces llevan a se aprieten más de la cuenta. Mejorar lo estético no es lo mismo que lo deportivo.

-¿Cómo se traduce eso en porcentajes?

Trabajamos para pedir un corte máximo de 45 milímetros en sumatoria de 6 pliegues. Es ideal que jugadores oscilen entre 35 y 45 milímetros, aunque no es igual para el arquero, o un lateral, o un delantero. Si bien hay una clasificación general, la realidad dice que esos milímetros impactan distinto en cada uno. En cuanto al porcentaje de grasa, los valores que se buscan están debajo del 10%, pese a que se busca trabajar por referencia, dependiendo de la posición del jugador en la cancha.

Así las cosas, ¿podría jugar hoy Maradona en la selección?

Antes costaba más, era otro momento, sin datos disponibles como hoy, en qué se sabe qué comer y que no comer a través del celular, o con profesionales que guían a deportistas. La información está globalizada, lo de uno es manejar al grupo con la impronta y empatía propias marcando la diferencia. Yo luché para que me abrieran la puerta hacer unos años, hoy trabajo con chef, con mozos, ha cambiado mucho.

-¿Qué alimentos no son recomendables, desde su experiencia?

No hay un grupo de alimentos “no recomendable”, pero hay que evitar golosinas, frituras, comida de la llamada “chatarra”. A veces los jugadores encerrados 60 días, como nosotros en mundiales o copas América, y es casi imposible que consuman pollo a la plancha y arroz blanco siempre. Por ahí aparece un asado, papas fritas, y lo importante es que eso sea excepcional, hacerlo eventualmente. El punto es cuándo y de qué manera es la cosa.

¿Se alimentan mejor en Argentina que en Chile?

Aquí la tasa de obesidad grande. Trabajar con el jugador considera lo mismo que con la población. Es probable que el futbolista haya compartido la mesa con una familia de malos hábitos alimenticios, hay que hacer un cambio de chip cultural. El deportista debe entender y eso lleva tiempo. Es alimentarse distinto a como ha hecho históricamente con su familia.

El consumo de alcohol tampoco ayuda...

Y claro, pero sobre todo porque se procesa en el hígado, que toxifica lo que no necesitamos. Ahí requerimos un órgano limpio para poder rendir, es una parte del cuerpo que toma acción.

¿Algún otro consejo para los futbolistas chilenos?

Que traten de potenciar su carrera a través de cuidado nutricional, lo kinésico, y lo físico, el bastión de un deportista modelo. Comer bien, sumar un trabajo preventivo diario, no despreciar al psicólogo, en resumen preparar su máquina porque son su propia empresa. Si se cuidan, sumado a sus condiciones, les permitirá crecer de maravilla.