Jugó en Chile y ahora es jefe de scouts del Arsenal para Sudamérica: “Hay representantes que le quitan el hambre a ciertos jugadores”
En diálogo con ADN Deportes, Jonathan Vidallé contó reveladores detalles de la labor que realiza para uno de los clubes más importntes de Inglaterra.
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Jonathan Vidallé jugó en el futbol chileno a fines de los años noventa, en particular, en Provincial Osorno, donde destacó rápidamente como delantero al punto de entrar en los planes de Colo Colo para la temporada de 1998. Al final, el fichaje se truncó, pero para bien, porque fue el inicio de una larga carrera en Europa, lugar en el que permaneció durante once años.
Una vez retirado del fútbol, Vidallé participó de la oficina técnica de Boca Juniors y hace más de una década se desempeña como jefe de scouts del Arsenal inglés para Sudamérica. Entre sus recomendados, un chileno: Marcelo Allende, a quien descubrió en 2016 y llevó a entrenar a Londres, donde fue apadrinado por Alexis Sánchez.
Sobre su labor, admite que más allá de las herramientas disponibles, la percepción fina, idealmente captada en terreno, termina por definir cualquier elección. “Cada vez hay más herramientas, aplicaciones y estadísticas para hacer un resumen de los jugadores, pero en mi caso, me dejo llevar más por la intuición. Al haber sido futbolista, me gusta más ir a ver los partidos en vivo y ahí te das cuenta cómo juega el chico, cómo se comporta en medio de la atmósfera que tiene la cancha, el rival. Normalmente, uno los sigue tanto de local o como de visitante”, comenta a ADN Deportes.
Pregunta: ¿Qué es lo primordial para descubrir nuevos talentos?
Respuesta: No es solamente ver un chico uno o dos partidos y decir sirve o no sirve o tiene o no tiene potencial. Son seres humanos, pueden tener un buen o mal día, pero se intenta ir juntando la información de todo, partidos, rendimientos, y luego entra lo que necesitas o qué le ves en cada posición. Cada jugador habla por sí mismo, cada posición también.
P: ¿En qué se fija a la hora de buscar jugadores?
R: Por ejemplo, si necesito un 9, yo sé cómo juega el 9 del Arsenal. Entonces sé qué características necesita tener ese delantero para que a mi entrenador, en este caso Arteta, le sirva el 9 que yo estoy diciendo que juega bien. Uno como scouting mira la parte técnica del jugador, con el balón, lo que logra hacer, la toma de decisiones, inteligencia, y después entra un factor muy importante que es lo físico.
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P: Hoy, no solo en el fútbol, los deportistas primero son atletas…
R: Hoy los futbolistas son atletas con técnica, más en el nivel donde uno trabaja, ¿no? Estoy hablando de las mejores cinco ligas de Europa, de los equipos más importantes del mundo. Es imprescindible tener muy buen físico, salvo en algunas posiciones donde lo suples con inteligencia, toma de decisiones, alta técnica y leer bien el juego. Lo que se busca es que tenga las cualidades que tiene el 5, el 6, el 9 o el arquero del Arsenal.
P: ¿Un jugador que lo sedujera y el Arsenal no lo acabó contratando?
R: Thiago Almada. Siempre insistí, me gustó desde siempre, pero tiene una debilidad en lo físico, sobre todo para la Premier League. Hice 56 reportes de él, porque lo conozco de cuando jugaba en la octava división, o sea, en la sub-15. A veces es un poco frustrante que un jugador que detectas, termine jugando en otro club, triunfando, y bueno, son las reglas del juego, capaz habría funcionado. La Premier es difícil porque es muy física. Y otra cosa que hoy es fundamental es la mentalidad de los chicos.
P: ¿Cómo influye el representante?
R: Hay un tipo de representante que a uno le agrada y hay otro que no. Los agentes son hoy importantes para que el jugador termine de triunfar y llegue, pero algunos le quitan un poco el hambre a ciertos jugadores. Hay chicos que juegan muy bien, con 14 o 15 años, pero no ganaron nada todavía. Y resulta que empiezan a recibir mucho dinero y tienen el servicio de estas empresas de representación que, sin darse cuenta, le sacan un poco el hambre para llegar a primera división y acabar triunfando.
P: ¿Cuál es la esencia de un buen jefe de scouting?
R: Te soy sincero. Dejé de jugar al fútbol en el 2008 y empecé con esto en el 2009-2010, más o menos. Trabajé para el Parma, luego estuve tres años en la Secretaría Técnica de Boca Juniors. Fui uno de los pioneros en hacer scouting en Sudamérica, y bueno, ahora trabajo para el Arsenal de Inglaterra hace once años. Antes era más jugar a las escondidas, digamos. Eras una persona que nadie tenía que saber qué estabas haciendo, que nadie tenía que ver, cuando te gustaba un jugador y te veían muy seguido en un mismo lugar, se daban cuenta de que andabas tras un jugador. Hoy en día los tiempos cambiaron. Obviamente, con ciertos muchachos creas una relación cercana. A veces coordinas con otros veedores para ir juntos a algunos torneos como los Sudamericanos Sub 17, Sub 15 o Sub 20, o los Mundiales. Después, cuando empieza el partido, cada uno anota lo que ve en su celular o cuadernito y piensa en la necesidad particular que tiene su respectivo club.
P: Entonces, ¿el video con los highlights para vender un jugador quedó obsoleto?
R: Al Mundial Sub 20 que se hizo en Argentina, en Mendoza, San Juan y La Plata, vinieron dos compañeros míos y trajeron un dossier de ocho o nueve páginas de Declan Rice, un volante central que ya jugaba en la Premier League, y compramos esa temporada. Era impresionante lo que decía ese documento, ni a tu señora la analizaste así antes de casarte. Estaba todo, la curva de la edad, las lesiones, mentalidad, en qué minuto podía bajar la tensión, la concentración en cada partido. Era como un informe de inteligencia. Las bases de datos, como nosotros las conocemos, dejaron de existir.
P: ¿Cómo se estructura el área que usted integra?
R: Somos 8 scouts para primer equipo, en general, miramos todo el mundo, y después tenemos 14 personas que hacen video análisis, o sea que miran cualquier liga del planeta, mínimo tres partidos por día cada uno de ellos, y a su vez hay cuatro o cinco personas en Reino Unido trabajando para conseguir jugadores para las inferiores del Arsenal.
P: ¿Hay una edad ideal de captación o es relativo?
R: La cosa cambió. Mi papá (Enrique, exarquero que jugó en Palestino y Cobreloa) me llevó a probar cuando yo tenía casi 14 años. O sea, hubiera ido antes, a los 9 o 10 años, pero tenía problemas con el colegio. Hoy se adelantaron los tiempos y primero está el baby fútbol. ¿Por qué? ¿Qué te da? Te da la inteligencia de tomar decisiones rápido en espacios reducidos. ¿Qué haces ahí? Creas técnica. Así potencias la técnica y el uso de los dos pies. Es muy importante el baby fútbol, el cinco contra cinco o el siete contra siete y competir. Cuanto antes arranquen pienso que es mejor.
P: En Chile hay una crisis en cadetes y un debate abierto sobre a qué edad los niños deben empezar a jugar en cancha grande...
R: Después del baby fútbol hay que pasar a la cancha de once para empezar a vivir las distancias reales, a ver cuánto puedes. Hay que correr mucho más, tener más fuerza. Pienso que a partir de los 8 o 9 años tienes que estar jugando baby a un buen ritmo y a partir de los 12 años empezar a jugar fútbol en cancha grande o capaz de nueve jugadores. Definitivamente, cada vez se adelantan más los tiempos.