La NASA confirma 6.000 exoplanetas: el censo de mundos más allá del Sol sigue en expansión
De los primeros hallazgos en 1992 al auge con Kepler y TESS, la diversidad planetaria redefine cómo y dónde buscar “tierras” habitables.

KELT-9b - Exoplaneta oxigeno
La NASA informó que el número de exoplanetas confirmados alcanzó los 6.000, un nuevo hito para una disciplina que comenzó en 1992 con la detección de dos mundos orbitando un púlsar, y que se consolidó en 1995 con el primer planeta alrededor de una estrella de secuencia principal. Con misiones como Kepler y TESS, el conteo se aceleró: en 2015 Kepler celebró su exoplaneta 1.000, en 2016 se sumaron cerca de 1.500 detecciones en un solo año y en marzo de 2022 se llegó a 5.000.
Aunque 6.000 es una cifra notable, sigue siendo ínfima frente a los cien mil millones de planetas que podrían existir en la Vía Láctea. La dificultad de detectarlos —por distancias inmensas, brillo de sus estrellas anfitrionas y geometrías orbitales desfavorables— subraya el avance tecnológico detrás de cada confirmación.
Más allá de la cantidad, la diversidad de mundos ha transformado la comprensión de los sistemas planetarios. Se han hallado “Júpiter calientes” que orbitan en días; planetas de periodo ultracorto con órbitas de horas; cuerpos bloqueados por marea con hemisferios abrasadores y opuestos gélidos; mundos tan extremos que podrían llover hierro, tener densidades comparables al poliestireno, estar cubiertos por océanos o envolver sus superficies en gases tóxicos.
Revisa también:

La jefa del Programa de Exploración de Exoplanetas (ExEP) de la NASA, Dawn Gelino, destacó que cada nueva clase de planeta aporta pistas sobre cómo se forman y dónde podrían encontrarse análogos a la Tierra. “Si queremos saber si estamos solos en el universo, todo este conocimiento es esencial”, afirmó.
La mayoría de detecciones siguen siendo indirectas. El método de tránsito —base de Kepler y TESS— explica casi 4.500 hallazgos al medir la caída de luz cuando el planeta pasa frente a su estrella. La velocidad radial aporta unas 1.140 al registrar el bamboleo estelar. También contribuyen la astrometría y la microlente gravitacional. La imagen directa, imprescindible para estudiar atmósferas en detalle, sigue siendo excepcional: menos de 100 exoplanetas han sido fotografiados de este modo.
Confirmar candidatos exige seguimiento con otros telescopios y filtros para descartar falsas alarmas (actividad estelar, artefactos). A julio de 2025, TESS listaba 7.655 candidatos, con poco más de 600 ya confirmados. “Necesitamos a toda la comunidad para convertir candidatos en planetas confirmados”, señaló Aurora Kesseli, del Archivo de Exoplanetas de la NASA (NExScI/IPAC), al subrayar el rol de herramientas abiertas para la verificación.
El campo se encamina a búsquedas más específicas: PLATO (ESA, 2026) se enfocará en rocosos alrededor de estrellas tipo Sol; el Telescopio Espacial Nancy Grace Roman (NASA, previsto para 2027, aunque con riesgos presupuestarios) podría hallar miles mediante microlente; CHEOPS y ARIEL profundizarán la caracterización de mundos conocidos; y el propuesto Observatorio de Mundos Habitables (HWO) apunta a detectar tierras en zonas habitables con coronógrafos o parasol que mitiguen el fulgor estelar. China prepara Tierra 2.0 (ET) para 2028, primera misión nacional dedicada a tránsitos de tamaño terrestre.
El Santo Grial es la habitabilidad. Identificar biofirmas en atmósferas —señales químicas compatibles con vida activa— requerirá espectroscopía de alta precisión. El JWST ya ofrece resultados tentadores en el infrarrojo, aún no concluyentes. Con el tiempo, el catálogo de tierras alrededor de soles cercanos crecerá; el desafío siguiente será establecer si alguna alberga vida.
Sigue a ADN.cl en Google Discover
Recibe nuestros contenidos directamente en tu feed.























