Trasplantes de caca humana: cómo se realiza y para qué sirve este procedimiento médico
Los científicos detectaron huellas persistentes de las bacterias trasplantadas cuatro años después.
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Un seguimiento de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) sugiere que modificar el microbioma intestinal mediante cápsulas de trasplante de microbiota fecal (FMT) puede mejorar de forma sostenida la salud metabólica en adultos jóvenes con obesidad, aun sin producir pérdida de peso relevante. Los resultados, publicados en Nature Communications, muestran que una única dosis de FMT se asoció a una caída marcada y duradera del riesgo de síndrome metabólico.
El trabajo retoma un ensayo iniciado hace cinco años con 87 participantes con obesidad, a quienes se administraron cápsulas con una mezcla de bacterias “saludables” o placebo. En esta nueva evaluación participaron 55 de los 87 voluntarios originales (27 con FMT y 28 con placebo). Si bien no hubo diferencias significativas en el IMC entre grupos, quienes recibieron FMT mantuvieron mejores puntajes de síndrome metabólico y mostraron mejoras en marcadores clínicos —incluido un menor porcentaje de grasa corporal— respecto del grupo control.
“El síndrome metabólico duplica el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular y multiplica por cinco el riesgo de diabetes tipo 2”, recordó el endocrinólogo pediatra Wayne Cutfield, del equipo investigador. “Lo impresionante es que un solo tratamiento produjo una reducción drástica del síndrome metabólico que duró al menos cuatro años”, añadió, publica ScienceAlert.
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Los análisis del equipo también detectaron, cuatro años después, rasgos persistentes de la mezcla bacteriana trasplantada en el intestino de los tratados, lo que sugiere que no siempre sería necesario un tratamiento continuo. La evidencia apunta a una relación bidireccional: lo que comemos moldea el microbioma, pero el microbioma también influye en el peso y el metabolismo.
Los autores insisten en la prudencia. El FMT no está exento de riesgos y la muestra del seguimiento fue pequeña. Se requieren cohortes más grandes y la identificación de la combinación específica de microbios capaz de sostener estas mejoras. “Imagina poder programar tu microbioma para reducir el riesgo de enfermedades antes de que ocurran”, planteó el genetista Justin O’Sullivan. “Este trabajo abre el camino hacia una nueva generación de probióticos dirigidos a condiciones concretas mediante cambios sostenidos del microbioma”.
En términos prácticos, el estudio no avala el FMT como vía rápida para bajar de peso; sí refuerza la idea de que intervenir el ecosistema intestinal podría ser una estrategia complementaria para disminuir el riesgo cardiometabólico a largo plazo, junto con dieta, actividad física y tratamiento médico personalizado.