Cáscaras de mandarina en puertas y ventanas: por qué este truco casero está ganando popularidad
Además de ser saludable, esta fruta esconde un uso doméstico poco conocido pero muy efectivo.

Mandarina / Vladimir Timotijevic
A medida que avanza el invierno y la mandarina se convierte en una fruta de estación común, muchas personas están redescubriendo un uso poco conocido de su cáscara: colocarla cerca de puertas y ventanas para repeler insectos y perfumar el hogar de forma natural.
Esta práctica, simple y económica, ha ganado popularidad en diversos países de la región. ¿La razón? Las cáscaras contienen aceites esenciales con propiedades repelentes que ayudan a mantener alejados a mosquitos, hormigas y otros insectos sin necesidad de productos químicos.
Una alternativa natural y efectiva
Además de espantar plagas, las cáscaras desprenden un aroma cítrico intenso que actúa como desodorante ambiental. Basta con distribuir pequeños trozos en platitos para que el aire difunda su fragancia.
Revisa también

Entre los beneficios de este método destacan:
- Funciona como repelente sin tóxicos.
- Aromatiza espacios sin utilizar aerosoles ni ambientadores industriales.
- Permite reutilizar un residuo que suele desecharse.
- Es accesible, ecológico y de bajo costo.
La técnica resulta especialmente útil durante la temporada alta de mandarinas, que en países como Chile se extiende entre mayo y agosto, alcanzando su mejor momento en junio y julio.
Más allá de su utilidad en el hogar, la mandarina es también una aliada de la salud. Rica en vitamina C, fibra y antioxidantes, su consumo regular fortalece el sistema inmune, mejora la digestión, contribuye al cuidado de la piel y favorece la salud cardiovascular.

Cáscara de mandarina / SimpleImages
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