“Por eso los encontraron”: revelan cómo sobrevivieron a siete días de naufragio los dos pescadores desaparecidos en Talcahuano
Padre e hijo se extraviaron luego de que el motor de su lancha sufriera un desperfecto, siendo arrastrados lejos de la costa por los fuertes vientos.
Dos pescadores artesanales, Rodrigo Cruz y su hijo Diego, vivieron una dramática experiencia tras extraviarse en alta mar mientras buscaban sus trampas de pancoras en la isla Santa María. Este suceso mantuvo en vilo a sus familiares y amigos, quienes desplegaron una intensa búsqueda para encontrarlos.
Adrián Silva, amigo cercano de Diego, relató, en conversación con LUN, los detalles de la desaparición: “Salieron a las 11 de la mañana. Levantaron las trampas y cuando quisieron hacer andar el motor, no les anduvo. Quedaron en panne”. A partir de ese momento, enfrentaron las duras condiciones del mar, sin agua ni comida, incomunicados y al garete.
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Más adelante, el amigo de los dos pescadores explicó cómo los pescadores intentaron sobrevivir. “Trataron de hacer como un bote a vela con unos remos que tenían”, mencionó. Además, relató cómo lograban obtener algo de agua al exprimir el rocío que se acumulaba en la embarcación. Esta estrategia les permitió mantenerse con vida, aunque deshidratados y agotados.
La dura sobreviviencia y su rescate
La angustia de la familia y amigos se hizo sentir durante toda la semana en la que estuvieron desaparecidos. “Ellos no comieron nada, pero como el bote juntaba el rocío en sus fibras, pasaban un trapo por esa fibra y luego la estrujaban o se lo pasaban por la boca para obtener agua. Nada más que eso. Por eso los encontraron mal, totalmente deshidratados”, detalló Silva.
“Don Rodrigo me dijo que su hijo Diego estuvo muy mal, prácticamente muerto durante 2 días y luego como que despertó con fuerzas. Me dijo que le conversaba a su hijo para darle fuerzas para seguir luchando, que no lo dejaría solo y que fue un milagro que los rescataran”, contó el amigo de ambos pescadores.
Finalmente, tras siete días de incertidumbre, la suerte llegó en forma de una embarcación llamada Soledad, que avistó a la lancha de la familia Cruz cerca de la costa de Punta de Lobos, en Pichilemu. “Un día más y los encontraban muertos”, expresó el amigo de los Cruz, destacando la situación límite en la que se encontraban.
El capitán Osvaldo Cuadra, del Puerto de Coronel, confirmó que padre e hijo fueron trasladados a un centro asistencial en Pichilemu tras ser estabilizados en el bote “Facundo”. Allí recibieron la atención médica necesaria después de su extensa y difícil experiencia en alta mar.