• 17 DIC 2025

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Francisco Saavedra deja el botox: “La vida no puede ser así, con la cara plastificada”

“Para mí lo interesante de las arrugas es que cuentan tu historia, reflejan lo que has pasado. Eso es muy bonito”, afirmó el animador.

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Luego de 30 años, el conductor de televisión y de la próxima edición del Festival de Viña del Mar, Francisco Saavedra, dejó de aplicarse botox en el rostro, algo que llegó a realizar cada seis meses.

En conversación con Las Últimas Noticias, el comunicador señaló que “hace tiempo que lo llevaba pensando y decidí no pincharme más la cara”.

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A mis 46 años se ven mis arruguitas, expresiones en la frente y otras señas que deja el tiempo. Creo que es mejor envejecer sin intervenir la cara”, agregó.

Sobre qué lo motivó a dejar de realizar estas acciones estéticas, Francisco Saavedra relató al medio mencionado anteriormente que “Jorge Zabaleta siempre me decía que dejara de pincharme con botox”.

“Un día, mientras grabábamos, me pregunta ‘¿Qué te hiciste, Pancho?’ Yo le mentí y le dije que nada. Me respondió ‘no, eso de tener cara de ardilla no puede ser’”, agregó.

Pedro Ruminot (otro animador de ‘Socios de la parrilla’) me echaba la talla al preguntarme ¿te estás riendo o llorando?”, prosiguió el rostro de tv.

Inicio del botox

También reveló que su vínculo con el botox comenzó durante su paso por el programa de farándula “Alfombra Roja”. “En esa época todos hablaban del cuerpo ajeno, si las personas de farándula estaban más gordas o más flacas. Se fue normalizando esa clase de opiniones. Uno comete el error de ponerse algo porque está en televisión y eso es mentira: uno está en televisión por lo que comunica”, dijo.

Asimismo, Pancho Saavedra contó que mientras analizaba esta idea, pensaba en su hija. “Me miré al espejo y no quise meterme en un círculo vicioso. Creo que uno tiene que ser capaz de demostrar lo que está sintiendo. Me di cuenta de que yo pensaba equivocadamente que las arrugas eran feas. Nunca fue necesario ponerme bótox”, expresó.

“Uno empieza a perder la dimensión y comienza a pensar que se le arruga mucho la frente o se notan las patas de gallo. Pero la vida no puede ser así, con la cara plastificada”, sostuvo.

“Hay personas que tienen la cara de muñeco de cera, pero se notan las arrugas en el cuello y las manos. Para mí lo interesante de las arrugas es que cuentan tu historia, reflejan lo que has pasado. Eso es muy bonito”, cerró.

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