Los indígenas mexicanos se enfrentan a su adicción a la coca-cola
"Aquí llega más fácil la coca-cola que los servicios médicos, de agua potable o de salubridad", reclama el líder de una organización preocupada del problema.
Un grupo de estudiantes de nutrición de la universidad Tec de Monterrey dejó al descubierto el alarmante nivel de consumo de coca-cola en la comunidad indígena mazahua de San José del Rincón, un pueblo boscoso y húmedo al oeste del Estado de México.
“Nos estamos encontrando con fuertes niveles de hiperglucemia. Esto es un fiel reflejo de alto consumo de bebidas azucaradas y comida procesada, carente de los nutrientes necesarios”, dice Yaremi Gutierrez, la profesora que está dirigiendo las visitas al pueblo, en una nota aparecida en el diario El País.
Los mazahuas del Estado de México están abandonando su dieta milenaria basada en legumbres, verduras y hortalizas para pasarse cada vez más a la chatarra. El maridaje entre pobreza, exclusión y comida basura es letal: “Sobre todo en niños, estamos encontrando también lo que se conoce como la doble carga de la enfermedad: desnutrición y sobrepeso”.
En las tiendas de abarrotes del pueblo, el litro de leche, -cuando hay- cuesta 16 pesos, la botella de tres litros de coca-cola, 35 y la de refresco sin marca, 20.
Adicción a la Coca-cola en el México indígena
Guadalupe Sánchez, de 47, años, habitante de la comunidad, arrojó un nivel 200 de glucosa en la sangre, el doble del umbral de riesgo y algo muy frecuente entre sus vecinos. “Yo tomaba unas tres botellas de litro al día. Nada más me despertaba, con las tortillas me tomaba el primer vasito y así seguía por la tarde y por la noche”, dice Sánchez.
La adicción a la Coca Cola de estos indígenas revela la contradicción que los está enfermando: las bebidas azucaradas llegan con más facilidad que los servicios básicos.
Ildefonso Álvarez lleva dos años trabajando al frente de la asociación Concreta con las comunidades: “Aquí llega más fácil la coca-cola que los servicios médicos, de agua potable o de salubridad”.
El relator de la ONU sobre el derecho a la alimentación ha llegado a hablar de una cocacolización de los hábitos de consumo en México. “Para 2017, el sistema público necesitará para tratar la diabetes 5.600 millones de dólares al año. Este es el resultado de unas políticas públicas que no han tomado en cuenta la dimensión del grave problema”, dijo Oliver de Schutter en una reciente documental producido por organizaciones civiles en México.