Project Diva X: Miku sale de gira

Por Axel Christiansen Z.

Para muchos, entender la idea detrás de Hatsune Miku no es fácil. Mientras en Japón -el país desde donde es originaria- el concepto de tener un ídolo digital que pueda llenar estadios cantando sólo como un holograma puede ser normal, acá en occidente la aceptación de este concepto ha sido algo más lento.

Todas la bandas digitales como Gorillaz o incluso Los Pulentos eran ficticias en su presentación, pero con voces reales detrás.

Miku junto al resto de vocaloids son algo distinto, son softwares creados para la creación musical, donde la voz se vuelve un instrumento más, algo programable y que ha hecho que cientos de canciones sean publicadas cada año tanto por músicos aficionados como profesionales.

Hatsune Miku: Project DIVA X

En el año 2009, el concepto de los vocaloids dio un gran salto con el lanzamiento del primer Project Diva, un juego para la PSP donde las canciones más populares de Hatsune Miku se convirtieron no sólo en un juego de ritmo, sino que también en videos musicales y en historias que dieron personalidad al personaje.

Con el pasar de los años los Project Diva se convirtieron en una especie de “grandes éxitos” de diferentes Vocaloids, pero siempre concentrados en Japón.

Project Diva X es, como lo indica su nombre, la décima entrega de la serie desde su estreno, pero la tercera que se estrena en occidente. Quizás es por eso que, en lugar de hacer este juego una suerte de recuento de los 10 títulos, se optó por una suerte de reinicio de la serie, con varios modos y decisiones que parecen haber sido tomadas para incluir nuevas personas en vez de seguir agasajando a los veteranos.

En su jugabilidad central, el juego no ha cambiado en nada. Uno elige una canción y debe ir presionando los botones que van apareciendo a través de la pantalla con precisión para seguir el ritmo.

A diferencia de otros juegos donde los tracks de las notas son fijos, una de las gracias de Project Diva es que las figuras pueden aparecer en cualquier lugar de la pantalla y de hecho, se van moviendo, por lo que no solo hay que estar concentrados con el ritmo, sino que también con lo que va pasando en la pantalla.

Es un sistema sencillo y entretenido y que en esta ocasión sólo ha agregado una nueva figura llamada Rush que cuando aparece hay que presionarla lo más rápido posible.

Hay cuatro niveles de dificultad: Easy, Normal, Hard y Extreme y los dos primeros utilizan solo dos botones por canción, mientras que los dos ultimos usan los cuatro. A mi juicio la progresión de Easy a Hard es bien tolerable pero con Extreme no se guardan nada, así que está solo hecho para los veteranos en el género.

Eso, hasta ahora, no ha cambiado. Lo que si es nuevo es el curso que toma el juego gracias a que ahora cuenta con una suerte de modo de historia que es el modo principal y desde donde se desbloquea todo el contenido, desde las canciones hasta los trajes y accesorios para los diferentes vocaloids.

Antes jugabas las canciones, dependiendo de cómo te iba obtenías puntos y esos puntos después se canjeaban por contenido, muchas veces teniendo que juntar muchos puntos para solo un traje. Ahora no, el sistema de desbloqueo se simplificó ya que al pasar el “Chance Time” de cada canción, automáticamente se desbloquea un traje.

Lo bueno de esto es que acelera bastante el proceso para obtener todo el contenido del juego, considerando que esta vez hay más de 300 bienes cosméticos y accesorios. Lo malo es que esta obtención es completamente al azar, por lo que nunca sabes bien que te va a tocar  a veces incluso aparecen trajes repetidos.

Junto a este nuevo sistema de desbloqueo se agrega el modo de Cloud Request donde la historia va así: hay que pasar canciones para iluminar unos cristales. Este modo se divide en cinco “nubes” que son los estilos de canciones de Miku: Classic, Quirky, Elegant, Cute y Cool.

Cada una representa un estilo de las canciones que están en el repertorio y yo lo veo como una forma de presentar la versatilidad de este concepto. Los que ya conocemos a los vocaloids lo tenemos claro, pero para alguien que recién se integra en el mundo, es un buen primer paso.

El setlist en ese caso es conservador pero funciona y casi nunca aburre. Eso sí, es inexplicablemente más pequeño que el de las entregas anteriores aunque si, todas las canciones son nuevas, pero puede parecer más repetitivo porque hay menos variedad.

A este año se agregan los medleys, los que se desbloquean al pasar cada uno de los estilos y en ellos si podrás encontrar temas más clásicos pero mezclados y presentados de la misma forma que se hacen los medleys de los conciertos. Yo los encuentro entretenidos y además desde el punto de vista del juego, son un buen desafío.

Lo que no me gustó de esta nueva etapa de Project Diva es que todo se desbloquea en el modo de Cloud y Event Request y el modo free play, donde puedes elegir libremente las dificultades y el orden de las canciones quedó relegado a un extra que no sirve para nada. En serio.

Dado que sólo en el modo de requests puedes usar los accesorios para ganar bonus y sacar nuevos elementos, no tiene sentido jugar en Free Play, lo cual igual siendo que es una pérdida, porque igual me gustaría de repente dejar de lado los diálogos y la historia sin sentido para concentrarme en las canciones y sus desafíos.

Fuera de eso, creo que Project Diva X es un excelente punto de entrada para la franquicia de Project Diva en su conjunto, sobre todo cuando hay dos juegos que ya han salido en occidente donde el foco está en las canciones y en los setlists extensos.

A los jugadores nuevos les gustará conocer a los personajes y a los antiguos, pues bueno, son màs de 30 nuevas canciones para jugar y más encima, por primera vez en la PS4. ¿Qué más se puede pedir?

Nota: 4 de 5 cebollines