• 17 DIC 2025

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Estos son los 14 errores más comunes que cometes al afeitarte

¿Cuántos días puedo utilizar la misma maquinilla?, ¿Me afeito a contrapelo?, ¿Cómo me seco?, ¿Cuánto aftershave? son algunas de las dudas que puedes resolver aquí.

Los hombres se ven obligados a incorporar el afeitado en su rutina diaria, pero especialistas consultados por el diario

advierten sobre frecuentes errores que se pueden corregir:

1: Me mojo un poco la cara antes de afeitarme y ya

Para afeitarse, sí o sí, hay que usar agua, o sino vas a pasar un par de días con la cara enrojecida. El agua caliente debe ser la primera en correr, porque eso debilita el pelo y la cuchilla pasa con más facilidad. Lo ideal es ducharse antes y así ya tienes los poros abiertos.

El vapor de una toalla sirve para abrir los poros, así que si quieres, moja una toalla con agua caliente, deja que escurra y ponla en la cara unos minutos. 

Luego, mantén la cara hidratada entre pasada y pasada siempre con agua caliente. El último paso es agua fría para cerrar los poros.

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2: Si no sale ese pelo rebelde, presiono

Es probable que, con esa presión excesiva consigas sacar los pelos rebeldes, pero también es probable que te pases el resto de la semana con un sarpullido rojo que pica. Es mejor aplicar agua caliente en la zona, poner espuma de nuevo y dar otra pasada con calma. También revisa la cuchilla, por si el filo estuviese gastado y haya que cambiarla, o tal vez la espuma no ha actuado aún.

3: Me seco la cara frotándome con la toalla

Debes tener en cuenta que acabas de pasar por tu rostro una cuchilla afilada, y aún tienes altas probabilidades de irritación, así que frotarse ahora de arriba abajo con una toalla no parece lo más conveniente. Hay que secarse con cuidado, lo ideal es dar golpecitos en la zona afeitada con la toalla, suaves.

4: Me afeito a contrapelo

Hay que mover la cuchilla en la dirección en la que crece la barba para evitar heridas, aunque si quieres cortar más cerca de la raíz pásala a contrapelo. En ese caso, es importante volver a ponerse la espuma.

5: Me afeito en cinco minutos

Si no quieres atrasarte, más vale que te levantes antes o que te afeites por la noche, para evitar tener la cara enrojecida.

6: Compro la maquinilla más barata

Más vale no comprar la alternativa más económica, porque esas suelen tener poco filo y se oxidan mucho antes. Aunque las maquinillas clásicas, con hojas de afeitar intercambiables, son más baratas que las actuales.

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7: Utilizo una mano para afeitarte y la otra para sujetar el lavabo

Cuando te afeitas tienes que usar siempre las dos manos. Una mueve la maquinilla, mientras la otra mano la sigue y se dedica a estirar la piel. Si una zona parece rebelde, consigues mucho más estirando la piel que pasando 20 veces por ella con la cuchilla. En realidad, así sólo consigues irritarla.

8: Me miro en un espejo frontal

Lo normal es realizar el afeitado frente a un espejo anclado en la pared del cuarto de baño, pero esos no tienen tres dimensiones y tu cara sí. Para conseguir ver todos los rincones, conviene utilizar uno de esos con brazo, que se mueve y le puedes dar la vuelta. Así consigues ver todas la zonas de tu cara, ya que hay puntos que son ciegos. Pero el espejo frontal sirve: Es cuestión de estirar bien el cuello y mirar por el rabillo del ojo, como hacían nuestros abuelos.

9: Me igualo las patillas mirando una mejilla y luego el otro

Lo primero que tienes que hacer para conseguir que las patillas te queden a la misma altura es no fiarte de tu cara. Sobre todo, desconfía de la altura de las orejas, que es lo que habitualmente se utiliza como referencia visual a la hora de darles forma. Hay que dibujar una línea imaginaria desde la nariz y calcular a partir de ahí. También se puede probar a colocar los dedos en la zona de corte desde la altura de la oreja, pero como no somos simétricos, suele haber fallos.

10: Si tengo un granito en la cara le paso la cuchilla por encima

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11: Muevo la maquinilla eléctrica como si fuera una cuchilla

Las maquinillas eléctricas no sirven para el afeitado diario. Lo ideal es combinarla con la cuchilla; si tienes barba larga, la eléctrica es lo mejor para recortar antes de afeitar. Hay que manejarla en círculos, haciendo pequeñas circunferencias por la cara. Así es como corta, se nota en el sonido. Lo de hacerlo de arriba a abajo sólo tiene sentido al final, para repasar.

12: Me echo mucho aftershave aunque tenga la piel sensible

La loción que se aplica después del afeitado viene de la época en la que había que echar alcohol en la cara para evitar las infecciones por los cortes, pero, hoy en día, no es un producto que esté siempre indicado. Si eres de los que tienen la piel sensible, evita esas ofertas en las que te regalan el aftershave con el pack de la colonia. Esos aftershave suelen usar la fórmula de la fragancia y tienen alcohol. Es mucho mejor aplicarse después del afeitado productos más naturales, bálsamos o lociones con aloe vera. 

13: Me afeito con la misma maquinilla que ayer, porque son muy caras

El peor de todos los enrojecimientos faciales lo provoca una maquinilla desgastada. Como no corta, se insiste con ella, lo que provoca un círculo vicioso de presión y sarpullido. A esto se le añade la suciedad que se acumula, lo que aumenta las probabilidades de sufrir una infección.

14: Me afeito todos los días

Un afeitado continuado requiere más productos y, en consecuencia, más minutos, aunque el verdadero problema lo tienen los que son de piel sensible. Si no tienes más remedio que afeitarte a diario, utiliza siempre crema hidratante.

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