Reportaje ADN Radio: Hay una trabajadora sexual cada 100 habitantes en Santiago

El comercio sexual es una actividad lícita en nuestro país, pero su crecimiento ha dejado vacíos sobre su desarrollo.

Según el sistema de registro de carnet sanitario del Ministerio de Salud, en Chile hay más de 6 mil trabajadores sexuales: 97 % mujeres, 1,2 % hombres y 1,4 % transgéneros.

En la Región Metropolitana hay casi mil trabajadoras, la mayoría concentrada en Santiago Centro. Pero estadísticas de organismos como la Fundación Margen, el número de trabajadoras y trabajadores sexuales alcanza el doble. Eso significa que habría uno cada 100 habitantes varones, por ejemplo, en la comuna de Santiago.

Esto lleva a un aumento del comercio sexual, en los últimos 12 años, de un 24 % sólo en la región.

Las cifras siguen siendo bajas para esta actividad, puesto que el margen de la actividad informal alcanzaría hasta 3 veces las oficiales, lo que hace complejo realizar estimaciones.

La comuna de Santiago Centro, además, representa la zona de mayor presencia, siendo los lugares con mayor revisión policial las calles Santo Domingo, Mac Iver y 10 de julio.

En 36 edificios consultados de carácter residencial en la calle Mac Iver, en 14 se reconoce la existencia de al menos un trabajador o trabajadora sexual como cohabitante.

El secreto es lo lucrativo de un negocio que además no es ilícito, al estar normado por el Código Sanitario, el Reglamento sobre infecciones de transmisión sexual y las normas de manejo y tratamiento, siendo la prohibición sólo para el funcionamiento de Casas de Tolerancia, muchas de ellas disfrazadas bajo la figura de saunas.

El vocero de Defendamos La Ciudad, Patricio Herman, propuso que la clave para ordenar este comercio es la creación de los denominados "barrios rojos".

A su juicio, "no habría impacto negativo, porque en la zona circundante debieran existir guardias de seguridad, cuyos costos los debiera asumir el empresario de la prostitución".

Rentabilidad inmobiliaria y optimización del trabajo de seguridad ciudadana, son parte de los caminos que llama el crecimiento de un negocio polémico, legalmente válido, y en muchos casos, de tacones o cafés.