Gilberto Gil rindió tributo a las cuerdas y a las máquinas del ritmo

Un íntimo concierto ofreció la noche del martes el músico brasileño Gilberto Gil y su pequeña orquesta, quienes deslumbraron al público con su virtuosismo instrumental y en el que hicieron gala al titulo de su último trabajo titulado "Concerto de cordas e maquinas de ritmo".

Los asistentes que repletaron las butacas del Teatro Nescafé de las Artes de Santiago disfrutaron por casi dos horas de la característica vocalización del cantante nacido en Salvador de Bahía y de la calidad de sus cuatro eximios músicos, tres de los cuales interpretaron magistralmente su especialidad en el violín, el cello, la guitarra eléctrica o acústica, mientras que el cuarto integrante lo hizo en la batería, el berimbau, el cajón peruano y el pandero.

El ex ministro de Cultura de Lula Da Silva, quien durante esta gira mundial cumplirá 70 años de edad, abrió el espectáculo con el tema de su reciente creación "Máquina de ritmo" y luego se paseó por su tradicional repertorio marcado por la bossa nova, el que incluyó tributos a diferentes autores de su país y también a músicos extranjeros.

El tema más popular de la noche fue "Expresso 2222", nombre homónimo del disco del año 2000, pero también deleitó a los asistentes con homenajes a Antonio Carlos Jobim, Caetano Veloso y Jimi Hendrix, el que cantó en inglés.

El clima de relajo del concierto motivó al autor, incluso, para contar algunas historias de cómo ideó sus canciones. Antes de interpretar "Futurivel", por ejemplo, dijo que el tema forma parte de cuatro creaciones que hizo mientras estuvo preso durante la dictadura de Getulio Vargas y que la guitarra se la había prestado un gendarme.