Diputado argentino acusó a Barrick Gold de sacar oro sin controles públicos
Según Miguel Bonasso, existe un acuerdo fiscal secreto entre Chile y Argentina que beneficia a la multinacional, cuya mina de Pascua Lama ha originado un sinfín de protestas y denuncias de organizaciones ecológicas.
En las cumbres de los Andes, entre la provincia argentina de San Juan y la III Región de Chile, hay un “tercer país virtual”, de 340.835 hectáreas, regido por el Tratado Binacional de Integración y Complementación Minera, que ha permitido, entre otras, la instalación del gran centro minero a cielo abierto llamado Pascua Lama, de la multinacional Barrick Gold, dedicado a la extracción de oro. Según el diputado Miguel Bonasso, que preside la Comisión de Recursos Nacionales y Conservación del Ambiente Humano del Congreso argentino, existe un acuerdo fiscal secreto entre los dos países que beneficia a la Barrick y que permite a la compañía minera utilizar ingentes cantidades de agua de las cuencas argentinas a un precio irrisorio y sin control real sobre las cantidades de oro extraídas ni la cantidad de cianuro, sustancia imprescindible para el lavado del oro, que queda embalsada. Las acusaciones de Bonasso fueron rechazadas por los dos Gobiernos, pero cuentan, en la parte relativa al uso del agua, con el respaldo de importantes organizaciones ecologistas.
Bonasso presentó en Buenos Aires un libro titulado "El Mal. El modelo K y la Barrick Gold", en el que mantiene que el acuerdo firmado en 2009 por funcionarios de los dos países es un “traje a medida” para la multinacional que preside Peter Munk, el magnate canadiense, de 84 años, nacido en Hungría, que fundó y preside la mayor compañía minera del mundo. “En ese acuerdo tributario, firmado por el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, Argentina acepta recibir solo el 25% de los impuestos, porque en Chile la presión fiscal sobre las mineras es la mitad de la que existe en Argentina”, explicó.
Fuentes oficiales señalan que los yacimientos de oro se encuentran en el lado chileno, básicamente desértico, mientras que el agua necesaria para lavar la tierra está al 90% en el lado argentino. Por eso existe un tratado binacional. La tierra se extrae del sector chileno, explica Bonasso, y se envía a Argentina a través de un túnel, donde es lavada con millones de litros de agua y diversos productos, entre ellos el cianuro. Una vez separado el oro, se vuelve a enviar a Chile. “El agua contaminada por el cianuro se queda en Argentina, en un foso de más de 300 hectáreas y 400 metros de profundidad”, mantiene el diputado, quien asegura que, además, el precio de venta es inferior al que paga un ciudadano de San Juan por su suministro familiar.
La mina de Pascua Lama ha originado un sinfín de protestas y denuncias de organizaciones ecológicas. La multinacional Barrick tiene 26 minas en explotación en diferentes países y las mayores reservas de oro del mundo. Según sus propios datos, para 2011 prevé producir entre 7,6 y 8 millones de onzas, a un costo neto de 340-380 dólares la onza, mientras que la cotización del oro escaló recientemente hasta los 1.652 dólares la onza.