«Cacería en Venecia»: el regreso de Hércules Poirot con una arriesgada apuesta que coquetea con el cine de terror
La nueva entrega de Kenneth Branagh busca refrescar la trilogía con una compleja mezcla de géneros.
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Durante esta semana está agendado el estreno de Cacería en Venecia en los cines nacionales que nos permitirá seguir viendo nuevas historias de Hércules Poirot en la pantalla.
Se trata de la secuela de Asesinato en el Expreso de Oriente (2017) y Muerte en el Nilo (2022), títulos que si bien no tuvieron un gran éxito, fueron recibidos de manera aceptable por el público. Sin embargo, para esta tercera entrega las expectativas son mayores y hay razones para que así sea.
En un análisis rápido y comparando las tres cintas, la película próxima a estrenarse se alza como la mejor. Esto, teniendo en cuenta que se puede evaluar de manera independiente debido al formato de casos individuales y tramas independientes.
Kenneth Branagh repite su rol protagónico como Poirot y ejerce una vez más como director, por lo que se mantiene la esencia vista anteriormente. Pero el guion y argumento del film da pie para algunos cambios significativos.
Lo primero a destacar es que se puede apreciar de mejor manera la importancia y presencia de cada personaje al existir un elenco reducido (en comparación a las precuelas). A pesar de esto, se debe apuntar a actuaciones sobrias, sin desempeños muy destacados. De igual manera, dentro de lo normal, se podría apreciar el trabajo de Michelle Yeoh (Joyce Reynolds), Kelly Reilly (Rowena Drake) y el propio Branagh, aunque potenciados por el rol de su papel.
La clave está en el terror
Hay que recordar que esta película, al igual que las anteriores, forma parte de una adaptación de la amplia saga de novelas y cuentos de Agatha Christie. Frente a esto, el equipo creativo y los productores optaron por trabajar en torno a Las manzanas (Hallowe’en Party), una obra llena de suspenso y terror.
Precisamente esto es lo que marca la diferencia y resulta ser tan importante. Pero también puede ser visto como un arma de doble filo, ya que si bien llega a refrescar la idea cinematográfica, se trata de una fórmula compleja de plasmar en el cine.
El desarrollo del film es rápido, la presentación del escenario y los conflictos es la adecuada, manteniendo el interés. Además, la duración de 103 minutos (1h y 43m) hace que sea amigable.
A pesar de esto, la combinación del misterio, de esa esencia policial, con los elementos de suspenso y terror sobrenatural parecen no estar conectados de la mejor manera, lo que a veces hace perder la atención e interés focalizado.
En definitiva, Cacería en Venecia logró refrescar la trilogía de Kenneth Branagh, aunque quizás no lo hizo de la manera adecuada conforme a lo que se quiere lograr con la grandeza de las historias y el personaje.
De todas formas, es una película para disfrutar y pasar un buen rato, sobre todo para quienes siguen las aventuras de Poirot. Resalta por sobre sus precuelas y deja la puerta abierta para seguir con miras al futuro, aunque probablemente se deba hacer una mejor elección de la novela a adaptar.