Una película peso pesado: la extraordinaria “Women Talking” de Sarah Polley remueve conciencias en Toronto

Por Ernesto Garratt, enviado especial a Toronto.

Sarah Polley pertenece a la casta de grandes intérpretes devenidos en realizadores de cine. Su cuerpo de trabajo, que incluye las películas Stories We Tell, de hace exactamente una década y Lejos de ella, de 2006, por mencionar algunas cintas de su autoría, demuestran que estamos frente a una artista así con mayúsculas. Y su último trabajo detrás de las cámaras así lo ha demostrado, una vez más.

En la notable Women Talking, Sarah Polley escribe y dirige una adaptación de la novela de Miriam Toews. Se trata de una cruda historia inspirada en una violación masiva de la vida real en un enclave menonita en Bolivia.

El genio visual y dramático de Sarah Polley nos sitúa en estado de las cosas posterior a los ataques de los hombres contra mujeres parte de la comunidad. La cámara de Polley se posa sobre un puñado de mujeres, de todas las edades, quienes deben deliberar durante una larga e interminable jornada si perdonan, luchan o se escapan de tal inhóspito estado de las cosas.

Casi toda la acción transcurre en un granero y en ese escenario las mujeres víctimas discuten, desde su analfabetismo y constante menosprecio del que son objeto por parte de los hombres, las acciones a seguir tras los hechos delictuales. Como se trata de una comunidad menonita, el tiempo se ha detenido y no hay signos del presente: nada de tecnología ni celulares y la justicia de los hombres hace gala por su ausencia como así mismo la divina.

Aunque puede parecer algo teatral en algunos tramos, estamos ante una de las tremendas películas de la temporada de premios que se inaugura ya a fin de años. ¿Las razones? Básicamente, la solvencia narrativa de Polley como cineasta y directora es abismante y sus actrices ofrecen una galería asombrosa de interpretaciones.

Rooney Mara saca aplausos como una mujer cuyo embarazo es producto de una de las violaciones. Claire Foy y Jessie Buckley, cada una en su registro, simplemente son extraordinarias interpretando los tipos de rabia producto del abuso masculino. Y para qué decir de Sheila McCarthy como una de las madres y abuelas también violadas que sale de su conformismo hasta la justa protesta.

Women Talking es una película extraordinaria. Cada pedazo del filme es un registro colectivo de la muy necesaria y aún demasiado ausente mirada femenina en el cine. Es un grito de dolor hecho con el mejor arte que el cine puede dar. Extraordinaria, de lo mejor de TIFF 2022. Valga decir que la script supervisor del filme es la chilena-canadiense Consuelo Solar.

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