«Pinochet se puso a llorar cuando le preguntamos por su amante»: Periodista desclasificó intensa entrevista tras triunfo del No

Fue una entrevista que no fue de lo más agradable para ella. Elizabeth Subercaseaux desclasificó en el diario El País cómo fue su encuentro con Augusto Pinochet tras el triunfo del No.

La periodista contó todo esto en un diálogo revelador. Uno donde confesó cómo fue su experiencia al tratar de comunicarse con el dictador en una incómoda reunión.

Por ejemplo, contó que, al hablarle del tema de los Derechos Humanos, el militar «golpeaba en la mesa y volvía a decir que estábamos en guerra, etcétera. Pinochet tenía los ojos azules y cuando le ponías el tema de los Derechos Humanos se le endurecían todos los nervios del cuello, se ponía como rojo y los ojos se le tornaban amarillos».

La profesional manifestó que «sostuvo todo su gobierno en una mentira. Primero, de que estábamos en guerra, cuando no estábamos en guerra con nadie. Y segundo, de que el gobierno de la Unidad Popular iba a hacia una dictadura comunista».

Las lágrimas de Pinochet

Así, la comunicadora también comentó las condiciones que les puso, a ella y a Raquel Correa, con quien buscaban escribir un libro sobre su vida.

Por ejemplo, les pidió que, para concretar la entrevista, «debían estar los tres y que si quisiera revisar el texto después, debían ellas estar presentes».

Además, desclasificó que se atrevieron a preguntarle por Piedad Noé, la pianista ecuatoriana de la que el general se enamoró mientras hacía clases en ese país.

«Le preguntamos por su amante. Ahí se puso a llorar. Por eso digo que era una persona más o menos compleja… Si me hubieras dicho antes de ese día que se iba a poner a llorar, habría creído que te volviste loca. Obviamente, él amó a esa mujer, Piedad Noé», expresó Subercaseaux.

De esta forma, la periodista dio cuenta de cómo se había desarrollado este inédito diálogo con Augusto Pinochet. Un registro que sale a la luz a solo semanas de que se cumplan 50 años del Golpe Militar del que fue protagonista.