Primer mes de clases: colegios logran mejor asistencia, pero preocupa el alza de violencia escolar
De acuerdo a cifras de la Fundación Belén Educa, solo en el mes de marzo la presencialidad marcó un 96%, muy por sobre el 88% del año pasado. Respecto a la mala convivencia escolar, llaman a poner atención a los métodos de crianza y al acceso tecnológico.
En 2022, uno de los principales efectos de la pandemia en el ámbito escolar fue la baja asistencia de estudiantes a los establecimientos educacionales, donde se alcanzó un preocupante 40% de alumnos matriculados que faltaban a clases.
Este año, esa situación parece haber cambiado, ya que según estudios de la Fundación Belén Educa, la asistencia en sus colegios durante el primer mes escolar estuvo entre un 94% y 96%, cifra muy por encima del 88% del año pasado.
En conversación con El Mercurio, la jefa de convivencia escolar de la fundación, Constanza Álvarez, explicó que «el año pasado a esta altura ya era muchísimo más complejo el escenario sanitario, con algunas cuarentenas, entonces era difícil sostener la asistencia. Ahora logramos una rigurosidad para vincular más a las familias y mantener la asistencia».
Por su parte, el rector de Fundación 99, Gonzalo Plaza, comentó que la asistencia escolar en los sectores rurales «ha estado retornando a los ritmos que teníamos prepandemia, por lo que es una buena noticia». Asimismo, destacó que el número de matrículas también aumentó respecto al 2022.
Cabe señalar que, se espera que el Ministerio de Educación entregue durante las próximas semanas un balance con las cifras oficiales sobre esta materia.
Preocupación por violencia escolar
Pese a estos buenos índices, la comunidad escolar y los expertos están preocupados por el aumento exacerbado de violencia y mala convivencia entre los estudiantes.
Sobre esto, la psicóloga Vania López indicó que los jóvenes se ven expuestos a la violencia contra la niñez y adolescencia en sus hogares, y según un estudio hecho por la Unicef en 2022, «un 47% de padres y madres que consideran que es una forma efectiva poder educar con métodos de crianza violentos«.
«Estas estrategias de control punitivo de los padres afectan el desarrollo socioemocional, cognitivo y social de los niños, y también naturalizan todo lo referente a la violencia, porque ven una sociedad más violenta«, explicó.
Por último, la experta recomendó poner ojo en uso y el nivel de acceso a la tecnología por parte de los estudiantes, debido a que causa «sobre estimulación, ansiedad, dependencia emocional, conflictos en redes».