Chinche del arce: cómo eliminar al incómodo insecto que ha aparecido en varias comunas de Santiago

Se desconoce específicamente cómo llegó a Chile, pero ya se ha convertido en todo un problema. El insecto conocido como «chinche del arce» se ve desde lejos por su característico color rojo, llegó hace unos años y se ha instalado en varias comunas de Santiago donde erradicarlo se ha vuelto un tema, debido principalmente a que no hay depredadores que lo mantengan bajo control.

Y si bien se desconoce cómo llegó al país, lo cierto es que los primeros hallazgos se reportaron en 2020 en la comuna de Pudahuel en las cercanías del aeropuerto, por lo que se cree que llegó en algún avión desde Norteamérica.

Qué es el chinche del arce

El chinche del arce (Boisea trivittata) es un insecto hemíptero que se alimenta de plantas, específicamente de Maple y otros árboles emparentados como el Jaboncillo en su lugar de origen, en países como Estados Unidos y México. Sin embargo, actualmente se ha reportado su aparición en otros sitios como Canadá, Guatemala y Chile, donde colonizó rápidamente árboles ornamentales, por lo que es posible verlo en plazas, jardines y calles.

Al respecto, el doctor Pedro Cattan, profesor de la Facultado de Ciencias Veterinadas y Pecuarias de la Universidad de Chile, explicó que una de las razones de su rápida propagación es que este insecto no tiene depredadores naturales.

«Las poblaciones de estos insectos son de difícil control por depredadores porque presentan defensas químicas que repelen los ataques. Esto probablemente influye en el crecimiento exponencial de ellas. Estos insectos presentan agregaciones muy notables, donde se mezclan adultos y ninfas. Los adultos se aparean y las hembras pueden producir más de 200 huevos en la estación. Es probable que este crecimiento pueda influir en la rápida dispersión de este chinche«, dijo el experto.

Ingreso a viviendas: cómo controlar la plaga

Actualmente el chinche del arce ha sido reportado en Cerro Navia, Lo Prado, Maipú, Santiago, Las Condes, Providencia y Ñuñoa, y también en ciudades fuera de la capital, como Los Andes en la región de Valparaíso.

La preocupación ha ido en aumento además porque el insecto ingresa a las casas y con la inminente llegada de temperaturas más bajas, irá aumentando la dificultad para erradicarlo, ya que buscará refugio en lugares más cálidos.

«El ingreso a las casas es una realidad, porque buscan lugares protegidos y, por tanto, pueden situarse en grietas de pisos, en paredes, en suelos de jardines. Se ha descrito ingreso a casas en el Hemisferio Norte. Este ingreso, además, podría hacerse más frecuente si el cambio climático genera situaciones extremas en lugares de climas normalmente templados«, explicó Cattan.

En esto, coincide con la doctora Jeannette Dabanch, infectóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. «El chinche del arce tiende a buscar refugio para hibernación, por lo que busca ingresar a habitaciones. Por esto, es importante mantener un buen sello de ventanas y puertas«, recomendó.

Y si bien se indica que en general no transmite enfermedades, sí podría picar a las personas y crear alguna alergia, por lo que lo mejor sería sacarlo de los lugares donde se encuentren indicios de su presencia.

¡No se debe fumigar!

Los especialistas coinciden en recomendar que en los jardines se aspire tanto al chinche como las hojas de los árboles contaminados, eliminar los frutos del suelo, quitar la hojarasca y tapar todo tipo de grietas en paredes de patios o jardines. Se ha propuesto rociar las agrupaciones del chinche con soluciones jabonosas, pero aún no hay antecedentes comprobados de su utilidad. Además, se recomienda no fumigar, ya que se puede matar a otros insectos que ayuden en el control del chinche del arce.

«Lo mejor es eliminar todo aquello que pueda transformarse en refugio. Si desaparece en invierno, lo más razonable es cerrar todo tipo de hoyos, perforaciones, rotura de zócalos, eliminar malezas y hierbas para evitar que encuentre refugios apropiados. No se recomienda fumigaciones con insecticidas por el daño ambiental que estos producen, tanto por contaminación como por el daño a otros insectos«, apuntó el doctor Cattan.

En esta labor de erradicación, además, es importante usar protecciones en manos y rostro, idealmente. «Para la eliminación es importante evitar el contacto directo del insecto con la piel, ya que esto podría generar reacciones alérgicas«, dijo puntualizó la doctora Dabanch.