Subprefecto Javier Valenzuela, jefe Antinarcóticos y Crimen Organizado de la PDI: «Las zonas sensibles son la zona norte y la RM»
El encargado del trabajo contra el crimen organizado reconoció una "mutación" en el actuar de los delincuentes en el país. Esto, además, ha traído otros delitos colaterales.

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Subprefecto Javier Valenzuela, jefe del Departamento de Inteligencia de la Jefatura Nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la PDI - ADN Hoy - 6 de diciembre de 2022
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Los últimos dos años han sido de mutación del delito en el país, al menos a nivel de crimen organizado: de ser, este deito, vinculado únicamente al narcotráfico, ahora están también relacionados con el tráfico de migrantes, los secuestros extorsivos u otros mas. Así lo contó la mañana de este martes el subprefecto Javier Valenzuela, jefe del Departamento de Inteligencia de la Jefatura Nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la Policía de Investigaciones (PDI), en conversación con ADN Hoy.
Y esas otras formas inauditas de delito en Chile «llevan asociados un aumento de daño o delitos colaterales sobre el delito base», explicó.
En cifras, expuso el subprefecto, la percepción y la comisión real de delitos es difícil que coincidan: «Sobre percepción, es bastante subjetivo: los datos reales muestran que, en cuanto a los procedimientos por narcotráfico, hay una cifra estacionaria en cuanto a la cantidad de procedimientos realizados e imputados a disposición de la Fiscalía. La percepción tiene que ver con las encuestas y el día a día que viven los compatriotas. Hay un dato concreto: el estancamiento de denuncias y la información que fluye de la comunidad hacia nosotros, eso se ve un aumento leve en unos delitos, en otros una detención y en otros una disminución».
Pese a lo anterior, existen «zonas sensibles» en el país donde se han registrado estos números con más variación: «Las zonas sensibles son la zona norte, Tarapacá, Arica y Parinacota, y en la Región Metropolitana, específicamente en Santiago Centro, Independencia y Estación Central. Ahí hay aumento de comisión de delitos de crimen organizado».
Así las cosas, la dificultad para la policía civil está en «la obtención de información de parte de algunos países del cual son originarios las personas que son víctimas o victimarios de estos delitos. Me refiero, específicamente, a Venezuela, donde tienen un problema social interno importante y del cual ha llegado en los últimos años ha llegado una importante oleada migratoria, dentro de los cuales un porcentaje mínimo de ellos ha ejercido delitos o son parte de organizaciones criminales importantes».
«El flujo de información de Venezuela a Chile es prácticamente nulo. Es un problema a la hora de identificar eventuales víctimas de homicidios, porque muchas de estas personas no son controladas formalmente, ingresan de manera informal y no hay registro de ellos. Eso complica a la hora de establecer víctimas, victimarios y testigos», añadió.
Y en el tráfico de personas, el ingreso ilegal al país y el crimen organizado, las armas toman otra posición en el debate: hoy, dijo Valenzuela, las armas están entrando gracias a los migrantes que buscan vidas nuevas, pero que lo hacen bajo amenaza de los cárteles. Eso, o el ingreso vía marítima.
Liderazgo desde las cárceles
Que las decisiones de las bandas criminales se tomen desde centros penitenciarios era una imagen que, desde acá, solo se veía en películas. Hoy el panorama cambió y los cabecillas que llevan las vidas delictuales desde las cárceles se hacen habituales.
«Extrapolados a otros países, como México, y analizando la sociedad civil y no la intercarcelaria, vemos que hay zonas, barrios o comunidades que tienen una aparente calma. Muchas veces esas calmas vienen de un control férreo de una organización determinada. Por eso son tan calmas. Es sabido por nosotros que desde el interior de las cárceles se ejercen liderazgos hacia afuera. Una clara manifestación criminal que se ejerce desde las cárceles son las amenazas extorsivas o telefónicas: que se atente contra ellos o sus familias si no se hacen entregas de dineros», contó el subprefecto.
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