Accidente del Casa 212: Los protocolos que implementó la FACh para volar a Juan Fernández tras la tragedia de 2011
La tragedia ocurrida el 2 de septiembre de 2011 dejó 21 fallecidos, entre los que se encontraba el conductor de televisión, Felipe Camiroaga.
Accidente del casa 212 en Juan Fernández, los protocolos que se implementaron
El accidente del avión de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) Casa 212 el 2 de septiembre de 2011 en el archipiélago Juan Fernández dejó 21 víctimas fatales, siendo una de las más recordadas el animador de televisión Felipe Camiroaga. Sin embargo, también dejó una lista de dudas e investigaciones algunas de las cuales se han extendido incluso hasta hoy, 10 años después de la tragedia.
Sin duda uno de los principales cambios se vio reflejado después del accidente, específicamente en los protocolos de vuelo específicos que tuvo que implementar la FACh para las operaciones al archipiélago, esto luego que la propia institución reconociera en 2012 que hasta la tragedia, no había indicios que ameritaran «establecer un protocolo específico para las operaciones de vuelo a Juan Fernández».
«Hasta septiembre de 2011 los pilotos de la FACh volaban a Juan Fernández con un procedimiento general porque hasta esa fecha ninguna autoridad, miembro de la institución ni otro piloto de aerolínea comercial había reportado la existencia de una situación que ameritara establecer un protocolo específico para las operaciones de vuelo en Juan Fernández», indicó la institución en 2012 a través de un comunicado.
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El conductor de televisión, Felipe Camiroaga fue una de las víctimas del accidente. Aquí abordando el avión Casa 212 el día del accidente. / Foto: Archivo Agencia Uno / RICARDO TORRES/COMUNICACIONES FACH
Los protocolos específicos para volar a Juan Fernández después del accidente
Luego de la tragedia aérea, la FACh revisó las normas de vuelo hacia el archipiélago y los protocolos que en general regían hasta ese momento. De hecho, después de esa revisión, se implementaron nuevas normativas para esos viajes, que consideraron entre otras cosas, volar a una altura determinada al pasar por el canal Santa Clara, lugar donde habitualmente hay fuertes corrientes de aire y que se cree pudieron incidir directamente en la caída del Casa 212.
Además de esto, se realizó una actualización a la norma operacional de la FACh, que contempló criterios de seguridad con relación al punto de no retorno, y las altitudes mínimas que se deben respetar en la aproximación a la pista de aterrizaje, evitando volar bajo los 3 mil pies en el canal Santa Clara en condiciones de inestabilidad meteorológica. Se sumó también el análisis meteorológico, las horas límites de operación y otros. Cambios que se comenzaron a aplicar desde mayo de 2012.
A lo anterior, se agregó una modificación al reglamento general de evaluación para cursos de vuelo y cursos tácticos, estandarizando los criterios de evaluación de la preparación académica de los vuelos.
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También se desarrollaron jornadas adicionales para las tripulaciones de la FACh, con el objetivo de revisar los conocimientos adquiridos en la formación para enfrentar situaciones de emergencia, en especial las que tengan relación con las condiciones meteorológicas y vientos cruzados, viento arrachado, turbulencias y otros.
Dentro de las mejoras a los protocolos para viajar a Juan Fernández, se reguló el traslado de personas y carga que no corresponda a la FACh, en vuelos que desde mayo de 2012 deben ser solicitados a través de la Secretaría general de la institución. El reglamento estableció que los civiles que sean trasladados en aviones de la Fuerza Aérea, deben ser informados de la naturaleza del vuelo y los riesgos asociados.
En ese mismo sentido, la institución estandarizó los procesos de embarque de pasajeros y la verificación de pesos que deben ser aplicados en los traslados de aeronaves que tienen que despegar y aterrizar en cualquiera de las Brigadas Aéreas de la FACh.
Restos del Casa 212 en Juan Fernández / Archivo Agencia Uno
Dentro de las mejoras también se implementó la presencia de dos funcionarios destinados a la estación de Robinson Crusoe en Juan Bautista, que consiste en un técnico especialista en servicios de apoyo logístico para vuelos, además de la instalación de una estación meteorológica en el aeródromo, sumado a un sistema de comunicaciones para tener contacto directo con el continente.
Todos estos elementos no estaban presentes el día del accidente, lo que ha sido considerado en varias demandas de familiares de las víctimas como negligencias que ayudaron a que los pilotos no tuviesen la información actualizada al momento de acercarse a la pista de aterrizaje, terminando en el trágico accidente que este jueves cumple 10 años.
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