Alcalde de Cerrillos critica paso a Fase 2: «Hubiese preferido más tiempo para la implementación de la medida»

El paso a la Transición de la comuna de Cerrillos fue criticado por su máxima autoridad. «Hubiese preferido más tiempo entre el espacio y la implementación de la medida», expresó el alcalde Arturo Aguirre, en conversación con Ciudadano ADN.

Aguirre recordó que esta salida invita a los habitantes de la comuna «a la autodisciplina, al autocontrol y al protagonismo ciudadano», insistiendo en que el virus no ha desaparecido, por lo que «no hay que relajarse».

El alcalde también acusó falta de «comunicación directa con las autoridades sanitarias. «Solo recibimos el llamado del ministro de Salud, quien nos comunicó de la fecha de termino de esta cuarentena», expresó.

Cerrillos es una comuna donde el impacto del virus ha sido «bastante menor» que en otras similares: hoy cuentan con 30 casos positivos. «No desconocemos que las cifras siguen bajando», enfatizó Aguirre, pero «que tengamos 400.000 contagiados es enorme. Argentina habrá pasado a Chile, pero tiene el doble de nuestra población. No es comparable. No podemos sacar cuentas alegres sobre la situación actual». La situación de desconfinamiento progresivo actual, para el alcalde, puede llegar a «generar un rebrote».

Una carencia de Cerrillos es su falta de salud municipal, que llevó a la alcaldía a contratar, a costo propio, médicos, enfermeras y TENS para que «vayan a los barrios y dialoguen con los vecinos». Según Aguirre, el primer paso fue «mitigar el temor». También instaló vías de contacto estrecho con el Hospital El Carmen, donde la mayoría de los habitantes de la comuna se atienden, con el propósito de que «ante cualquier paciente positivo, de inmediato nos comunicaran».

Los peligros de la toma en Lo Errázuriz: «Es un polvorín en potencia»

Otro tema que preocupa a Aguirre es la toma que se mantiene en el vertedero Lo Errázuriz, y que hoy está acogiendo a 1.600 familias sin hogar. «Esta situación nos tiene muy agobiados. Nos supera en todo ámbito», confesó. Las primeras familias ingresaron al sitio que alcanza las 70 hectáreas, en marzo, al inicio de la cuarentena, y no hubo oportunidad para hacer un mínimo tratamiento de suelo: ya han ocurrido incendios subterráneos producto de los gases emanados por químicos que estaban enterrados en el lugar. «Es un polvorín en potencia», alertó la autoridad.

Sin embargo, el municipio se declara atado de manos, al tratarse de un conflicto de propiedad privada. «Como alcalde no tengo ninguna herramienta legal para mitigar este proceso de instalación», aseguró. Tampoco pueden hacerlo la Intendencia o los ministerios, ya que bajo el ordenamiento vigente «la sacrosanta propiedad privada es intocable». Hoy, aseguró, el lugar es «casi una ciudadela en expansión».

Diversas reuniones con entidades como la seremi de Vivienda y los dueños del terreno intentaron solucionar el problema, pero solo han terminado en un «intercambio de opiniones. No hay ninguna acción. En ese sentido, Chile no tiene Estado de Derecho», acusó el alcalde, agregando que «entendemos que son familias en su inmensa mayoría de origen haitiano, muy carenciadas, y en ese sentido jamás hemos pensado en soluciones violentas». Pero la toma aumenta la población vulnerable de su comuna -según el Registro Social de Hogares- en un 12%, y «no hay municipio que resista esto. Es un caos total».

Aguirre tiene sus esperanzas cifradas en el plebiscito constituyente del próximo 25 de octubre. «Veo con mucha esperanza que podamos cambiar este país de una vez», sentenció, apelando a la urgencia porque el plebiscito se realice, pese a la compleja situación sanitaria. «Hay que hacer que la mayor parte de la población pueda concurrir, de lo contrario se va a provocar una indignación social que se ha acumulado desde que esta Constitución está vigente. La sociedad está cansada. El plebiscito puede ser una gran avenida que nos permita cambiar completamente las reglas del juego, y que ojalá se entienda que la propiedad privada como eje fundamental del desarrollo de un país no puede funcionar si no hay un Estado que regule».