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Rodrigo Tupper y el presente de la iglesia: «En muchos sentidos han aprendido poco»

A 25 años de la muerte de Raimundo Tupper, su primo y ex sacerdote repasó en Los Tenores Puertas Adentro las virtudes el recordado futbolista. También reveló aspectos de su nueva vida civil, y criticó la falta de cambios a nivel eclesiástico.

Rodrigo Tupper y el presente de la iglesia: «En muchos sentidos han aprendido poco»

Rodrigo Tupper - Los Tenores Puertas Adentro

19:07

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Rodrigo Tupper tuvo a su cargo la misa fúnebre del “Mumo” en el estadio San Carlos de Apoquindo, en 1995. Recuerda el momento como duro y doloroso al punto de haberse quebrado en camarines antes y después del responso: “Estaba por salir a la cancha y lloraba a mares, pero fue rarísimo, después me pude contener la misa completa. Era impactante el recogimiento de todos. Luego cuando volví, me puse a llorar a mares otra vez”, revela.

El ex Vicario de la Esperanza Joven cuenta además que Raimundo tenía una anónima bondad que trasuntaba en obras sociales. Del mismo modo le gratifica la positiva imagen que dejó el jugador incluso en rivales deportivos.

En conversación con Aldo Schiappacasse, Tupper compartió también su mirada sobre la sociedad chilena en los últimos meses. Siente que el estallido social de octubre nos hizo tomar conciencia de una “terrible realidad” por la pobreza que estaba escondida en un país supuestamente maravilloso: “Me impacta ver a trabajadores que se sacan la mugre trabajando y siguen siendo pobres”, remarca.

Sin embargo, al ex sacerdote también le impresiona positivamente la solidaridad de las numerosas ollas comunes levantadas durante la pandemia del coronavirus, así como otras conductas de la sociedad civil: “Tengo la impresión de que algo está cambiando. Hay comunidades que no nos conocíamos, por ejemplo en los edificios, y ahora sí. Eso puede cambiar algo también”.

Quien hasta hace poco trabajó en la Fundación Portas, fue reclutado en febrero por el Club Manquehue. Allí alcanzó apenas a hacerse presente tres semanas a causa del covid-19. Un impensado camino laboral hace cinco años, cuando dejó el sacerdocio: “Estoy feliz de la decisión tomada. Han sido cinco años maravillosos, he crecido mucho en lo humano. Conocí a una mujer maravillosa (su actual esposa), fue un sábado 25 de junio y nunca más nos dejamos de ver un solo día, salvo el domingo siguiente de la Copa América Centenario (2016). Tuve una junta con amigos para ver el partido, pero luego no nos separamos más hasta el día de hoy. Fue un regalo de Dios maravilloso”, subraya.

Tupper aclara que vivió 25 años muy felices como sacerdote, pero sintió una crisis vocacional suficiente para dejar la Iglesia. No le encontró sentido a seguir en la institución, por lo que creyó honesto dar un paso al costado por duro que fuese. Sobre su visión de la Iglesia actual, describe: “Dan ganas de que dieran pasos de verdad, sustantivos, tienen tanta riqueza por entregar pero en muchos sentidos han aprendido poco. La cantidad de gente que se ha alejado ha sido muy grande, muy importante. Hoy es una institución muy poco relevante para el país, y está sumida en la crisis de instituciones que vivimos. Tenía buenas expectativas de este Papa (Francisco), pensé que iba a hacer cambios profundos y rápidos, pero ha sido lento. Hay cambios estructurales que no veo y eso va a producir que más gente se pueda desencantar e ir”, advierte.

Por último, y a nivel de liderazgos civiles, Tupper manifestó su preocupación por la ausencia de personas preparadas para superar lo que él define como una crisis política en Chile. Aún así, cree que hay una oportunidad para que aparezcan nuevos referentes, sobre todo desde la sociedad civil y tras un plebiscito “bien hecho” una vez que la pandemia se aleje: “Es necesario hacerlo. Nos merecemos una Constitución que represente bien a todo el país (…). Y que se haga resueltamente en forma serena, pacífica, sin hacer una guerra del terror como si se fuera a acabar Chile. No, no se va a acabar Chile”, finaliza.

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