;

Emma de Ramón, reconocida como madre junto a su pareja Gigliola: «Las familias son como son, y los niños crecen en ambientes amorosos y no en estereotipos»

La historiadora y militante por los derechos de la diversidad sexual contó en Ciudadano ADN qué significó para su familia el reconocimiento legal de la filiación del hijo de ambas, Atilio. Una decisión que, esperan, siente un precedente para muchas parejas del mismo sexo con hijos en Chile.

Emma de Ramón, reconocida como madre junto a su pareja Gigliola: «Las familias son como son, y los niños crecen en ambientes amorosos y no en estereotipos»

Ciudadano ADN - Emma de Ramón, reconocida como madre junto a su pareja Gigliola: "Las familias son como son, y los niños crecen en ambientes amorosos y no en estereotipos"

17:34

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://www.adnradio.cl/embed/audio/538/1591805147641/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

El pasado lunes, el 2º Juzgado de Familia de Santiago reconoció, por primera vez en la historia de Chile, a dos mujeres como mamás de un hijo. Una decisión judicial que marca un precedente para futuros casos, y una noticia que alegra a una de ellas: la historiadora y militante por los derechos de la diversidad sexual, Emma de Ramón. «Más que opinión es sentimiento, estoy feliz», expresó en conversación con Ciudadano ADN.

El reconocimiento de ella y su esposa, Gigliola di Giammarino, como madres de su hijo Atilio, es «algo que estamos buscando desde que él nació. Es nuestro hijo, lo concebimos por fertilización asistida, buscamos que naciera. Hicimos un acuerdo de unión civil con mi señora. Él tiene su familia extendida, sus tíos, sus primos. Es absurdo que no pudiera reconocerlo yo. Perdía un montón de derechos que le correspondían, como cualquier niño».

Cuando Atilio recién nació, ambas mujeres fueron a inscribirlo al Registro Civil como sus mamás, «y por supuesto que nos dijeron que no», recordó Emma. Luego pasaron a la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema, pero su caso fue rechazado en ambas instancias. Finalmente, la solución pasó por un resquicio legal: Gigliola, que fue la madre gestante de Atilio, tuvo que demandar a Emma por reconocimiento de filiación. «Pero mi respuesta fue que sí, que yo aceptaba el reconocimiento. Y el tribunal tuvo que oficiar al Registro Civil para que me inscriban como madre».

Una apuesta que no fue sencilla. «Tuvimos que pasar varias barreras. No fue llegar y que nos dimos un gustito, como dijo alguien en la prensa. Hubo que levantar la demanda, ir al juzgado, que nos acogieran, que la declararan admisible y luego el juicio, que no fue simple ni breve ni grato», contó Emma. El proceso incluyó la participación de un curador ad litem puesto por el juzgado, que debió certificar legalmente la situación de Atilio. «Nosotros nos morimos, dijimos quién es este señor que llegó a nuestra casa y no habíamos visto nunca en la vida. Tuve que reconocer que yo era la mamá con el jardín infantil, con la pediatra. Es bien injusto, en algún minuto un amigo me dijo que no tenía que hacer nada de esto para reconocer uno de sus hijos, solamente tomar un papel y listo».

[dps_related_post ids=»4611166,4610724,4610531″]

Ahora, Emma espera que el caso de su familia siente un precedente para otras parejas del mismo sexo, consciente de que se trata «más que de mí, de los niños. Muchos padres del mismo sexo tenemos hijos, lesbianas sobre todo. Si le pasa algo a la madre gestante, la otra queda en una situación muy difícil, y el niño también». En muchos casos, ante la muerte de una de las madres, «queda la otra, pero el niño es arrancado de su lado y se tiene que ir a vivir con abuelos o tíos. No puede ni siquiera verlo». Emma reflexionó: «Alguien me dijo por ahí, son los nuevos huachos, los huachos del siglo XXI. ¿Cómo va a ser posible que un niño no tenga su familia reconocida como es? Nosotros somos familia como cualquier otra. A estas alturas en nuestro país no deberían existir este tipo de prejuicios. Las familias son como son y los niños crecen en ambientes amorosos y no en estereotipos de familia, como parece que tienen en la cabeza algunas personas».

Ahora, Emma y Gigliola se enfrentan a conflictos más cotidianos, como las clases online de Atilio producto de la cuarentena. «Es difícil para él, a veces se pone de mal humor. Él adora a su jardín, quiere mucho a sus tías y compañeras. Vivimos en departamento, así que está encerrado, pero lo transformamos en una especie de gran jardín. Juega, arma sus casas con los muebles, mientras nosotros tenemos que teletrabajar. Es bien complicado llevar el trabajo, el niño, la casa y todo», contó Emma.

El caso de la familia que conforman Emma, Gigliola y Atilio llevó a que muchas otras en su misma situación las contactaran para pedirles asesoría. «Hay organizaciones, chats de mamás, de chicas que ni conocíamos, incluso de fuera de Chile. Nos han llegado felicitaciones, y una persona de Perú nos pidió si le podíamos mandar la sentencia», relató Emma sobre una situación que «afecta particularmente a mujeres, aunque también a hombres, y los legisladores tienen que asumir. No pueden dejar a los niños así».

Ahora, Emma se reconoce más tranquila respecto al futuro de su hijo. «Es una tranquilidad mucho mayor saber que si se accidenta y lo llevo a una clínica, en la urgencia no me van a preguntar ¿usted quién es?, no me lo van a arrancar de los brazos y se lo van a llevar al Sename». El reconocimiento de su filiación equipara a Atilio, en términos legales, con cualquier otro niño. «Yo tengo mejor plan de salud que Gigi, tal vez podemos cambiar a Atilio porque le conviene a él. A mí me dan una mejor caja de regalos en mi trabajo que en el de ella. Son detallitos tal vez, 3 o 4 lucas que ahorramos, pero son cosas que a él lo benefician. Todo va sumando».

Contenido patrocinado

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen vivo

ADN Radio
En vivo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

URL copiada al portapapeles

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad