Fabiola Campillai entregó su testimonio: «Para mí, justicia es que me devuelvan mis ojos»
La mujer que perdió totalmente la visión tras el impacto de un objeto contundente fue entrevistada por el noticiero 24 Horas.
«Hola, soy Fabiola Campillai y tengo 36 años». Con estas palabras, la mujer de San Bernardo que perdió la vista en ambos ojos entregó su testimonio a 24 Horas (TVN), en medio de su recuperación y a la espera de dos cirugías.
El 26 de noviembre pasado, Campillai se encontraba junto a su hermana Ana tomando un bus del transporte público en la población Los Pinos, mientras se desarrollaban manifestaciones en el lugar. Al doblar una esquina, Fabiola recibió el impacto de un objeto contundente -se investiga una posible bomba lacrimógena- que le provocó múltiples fracturas en su rostro, según consigna la carpeta investigativa.
En conversación con el noticiero, la mujer se refirió a la indagatoria que se realiza para determinar eventuales responsabilidades de funcionarios de Carabineros. Por estos días, sólo puede recibir visitas esporádicas. A petición de ella y su familia, su rostro fue difuminado en la nota televisiva.
«Darlos de baja es un chiste. Para mí no es una justicia. Para mí, justicia es que me devuelvan mis ojos. Eso para mí sería una justicia«, manifestó Campillai. «Aunque él aparezca y esté preso de por vida, él jamás me va a pagar lo que me hizo. Lo que más te duele es que tienes un sentimiento de rabia».
También habló de las otras consecuencias que sufrió tras el impacto, además de la pérdida total de visión. «No distingo sabores, sólo distingo si es dulce, salado o amargo. Pero no huelo todavía, no sé de olores, de gustos, de nada. Todavía no pasa nada por mí», detalló.
Campillai no recuerda casi nada del día de los hechos. Sin embargo señaló que «por lo que dice el médico, el disparo fue a menos de tres metros. Para que hiciera el daño que hizo, fue a menos de tres metros».
Finalmente, manifestó que ha tenido que «aprender de nuevo, porque esto es una lucha nueva que voy a tener que emprender. Tengo que aprender a hacer todo nuevo. O sea, como si volviera a nacer, porque tengo que aprender todo: cocinar sola, a hacer aseo en mi casa, todo. Son un montón de cosas que tienes que aprender y allá vamos, con todas las fuerzas del mundo».