Ayelén Salgado, vocera de la ACES: «No cambiaría lo que ha pasado desde el 18 de octubre por nada»
En el día en que se rinde por tercera vez la PSU, la representante de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios analizó en Ciudadano ADN la movilización que encabezan.
Ayelén Salgado, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, ha sido una de las protagonistas de un proceso intenso, tras el boicot a la PSU que derivó en sucesivas suspensiones de la toma del examen en diversas sedes. Una movilización que los hizo merecedores de críticas pero también de «harto apoyo», según confidencia en entrevista con Ciudadano ADN.
Ella no dio la PSU, «por eso mismo, porque estábamos luchando contra la misma prueba. Tenía la responsabilidad de movilizarme», aunque espera en el futuro estudiar Pedagogía en Historia.
Ayelén, oriunda de Peñalolén, es vocera de la ACES desde el 2018. «Las demandas están desde ese tiempo sobre la mesa y ellos (el gobierno) no han querido escucharlas». Por eso sospecha de sentarse a la mesa a dialogar con ellos, porque «es un gobierno asesino que ha violado los Derechos Humanos y tiene que tener juicio y castigo».
Es la mayor de dos hermanas mujeres y dos hermanos hombres. Su madre «no se define como feminista, pero lo vive», y su abuelo materno fue asesinado por Carabineros en el año 1977. Ayelén -cuyo nombre deriva de ayelen, que en mapudungún significa «sonreír» o «alegría»- proviene de una familia con una fuerte impronta política, aunque reconoce que con la vocería «era complejo seguir trabajando en el territorio».
Desde su rol, tiene una opinión clara sobre la violencia. «El sistema es el violento, igual que Carabineros y el mismo Gobierno que no ha querido resolver las demandas. Es lamentable, pero no les importa la vida de las personas». También admite que ella y sus compañeros están «cansados» después de estas semanas intensas que han incluido querellas contra los rostros visibles del movimiento -como ella y Víctor Chanfreau-, pero insiste en que «hay que seguir».
Un movimiento que, según ella, es acompañado por la ciudadanía desde que «se empieza a romantizar la idea de los estudiantes secundarios como ‘los que encendieron la chispa de la movilización'». Una posición en el estallido social que «es una responsabilidad», y que los invita a «seguir, pero no vamos a seguir solos».
Ahora, tras los boicots protagonizados por la ACES y una serie de descoordinaciones de la organización, se está por rendir por tercera vez la PSU. «Es ridículo, hay que decirlo con todas sus letras. La segunda PSU fue un autoboicot por parte del DEMRE». Ayelén entiende que muchos estudiantes y sus familias viven la presión de «dar la prueba para ser alguien en la vida, pero por eso estamos luchando. Hay compañeros inscritos en la PSU pero están en el Sename, o les falta un ojo, o ya no están con nosotros».
«Entendemos la preocupación de los papás. Nuestra preocupación es la misma: que todos y todas podamos entrar a la universidad», insistió la joven dirigente, aunque enfatizando que, en esta crisis social, no se trata de casos específicos. «El individualismo ha quedado atrás y la lucha es colectiva».
Tras el desorden en la rendición de la PSU, la ACES abogó por «una admisión de emergencia, donde pudiéramos entrar todos a la universidad». Sin embargo, ahora se avizora un panorama donde «obviamente los puntajes van a estar o muy altos o muy bajos, porque se filtró la prueba, pero al DEMRE no le importó». Hoy, cuando se vive esa tercera jornada de rendición, Ayelén está ausente de las protestas en las sedes. «Para los compañeros que estamos con querellas por Ley de Seguridad del Estado es un riesgo, pero no nos hemos dejado de movilizar», explicó.
Pese a las dificultades, Ayelén asegura que «no cambiaría todo lo que ha pasado desde el 18 de octubre en adelante por nada», reconociendo que «cuando asumimos la vocería con el Víctor, o cuando empezamos con las evasiones masivas, no nos imaginábamos todo lo que iba a suceder».
Incluso, Ayelén se mostró de acuerdo con las voces que critican que ella misma se ha visto invisibilizada en su rol de vocera a favor de su compañero Víctor Chanfreau. «El patriarcado es una sombra en todos los espacios a los que uno vaya siendo mujer. Está en la casa, en la asamblea, en la misma calle. Conozco a voceras anteriores, y siendo mujer hay que alzar la voz un poco más, pero para eso estamos luchando».
Hoy, la exigencia de la ACES está clara, y tiene que ver con la ministra de Educación, Marcela Cubillos. «Estamos exigiendo su renuncia», enfatizó de quien «en una entrevista dijo estar ideológicamente de acuerdo con la Constitución actual». En la opinión de Ayelén, «esta ministra se ha convertido en la segunda ministra del Interior. Ella metió a los pacos dentro de las sedes, con lacrimógenas dentro. Con ella no hemos visto ningún avance en educación, solamente más represión».