Carmen Hertz respondió a Jaime Ravinet: «Es un agravio intolerable a las víctimas»

La abogada de Derechos Humanos, Carmen Hertz, se refirió a la detención y proceso contra Juan Emilio Cheyre por el caso Caravana de la Muerte donde asesinaron a su marido, Carlos Berger, en el episodio Calama.

"No le creo en absoluto a Cheyre", señaló enfáticamente la jurista, en base a las funciones del exmilitar en el Regimiento Arica de La Serena, donde era el ayudante del comandante Ariosto Lapostol.

Al mismo tiempo, fue jefe subrogante del área de inteligencia, ya que el titular en el cargo "fue llamado por Arellano Stark a Santiago".

"Fue Cheyre quien retiró a los presos políticos de la cárcel, señalados por Arellano, y los llevó al polígono de tiro del regimiento de La Serena donde fueron masacrados", sostuvo.

Además, indicó que hay testimonios de sobrevivientes "que atestiguan de forma muy contundente que el entonces teniente Cheyre participaba en los malos tratos y torturas a los que eran sometidos".

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Hertz también le respondió al exministro de Defensa, Jaime Ravinet, quien señaló que el proceso al excomandante en jefe del Ejército responde a una "actitud de venganza" y se trata de una "afrenta innecesaria".

"Esas palabras, aparte de contener una profunda ignorancia acerca del concepto de justicia, confundiéndolo con la venganza, es un agravio intolerable a las víctimas", disparó, y lo comparó con "un personaje salido de una patética comedia".

Además, precisó que "Cheyre es un personaje que ha estado muy blindado políticamente" y estuvo en desacuerdo con el análisis de Ernesto Ottone, quien señaló que "se hicieron todas las consultas" antes de su nombramiento como comandante en jefe en el Gobierno de Lagos.

"Era una especie de vaca sagrada, sabemos cómo se han instalado en este país una cantidad de mentiras como verdades oficiales", puntualizó.

Respecto al contexto, la abogada aclara que "la transición fue un escenario, no inevitable, optado por una coalición de partidos políticos que optaron por un camino que significó dejar fuera claramente a todo el movimiento popular, que puso el lomo de la resistencia antidictatorial".

"Ese modelo de transición fue hecho sobre pactos de impunidad tácitos que estallan cuando Pinochet es detenido en Londres", cerró.