Laura Soto entrega a la justicia datos sobre testigo que involucra a carabineros en red de prostitución

Ante la Primera Fiscalía Militar de Valparaíso la diputada PPD Laura Soto efectuó este viernes una presentación para incluir en la indagatoria a una nueva presunta víctima y testigo de la desbaratada red de prostitución infantil, quien tendría antecedentes "claves" sobre el modo en que operaban funcionarios de Carabineros.

Al término de la cita, la parlamentaria explicó que la testigo –quien pidió reserva de su nombre e imagen– "declaró en primera instancia ante el Ministerio Público, pero debido a que había un carabinero junto al fiscal Pablo Avendaño, se sintió amenazada y sólo otorgó información respecto a la participación de los detectives. Sin embargo, ahora ella está dispuesta a entregar todos los antecedentes a la Fiscalía Militar".

Además, la legisladora dijo que la joven habría sido presionada por carabineros que estarían directamente relacionados con el caso, a fin de que no los involucrara en su declaración ante el fiscal revelando que serían "uniformados que están en servicio activo, y que se comprobó que asistían al (caberet) ‘Lousiana’ con todas las credenciales, con uniforme, con vehículos policiales, hecho que permitió al Tribunal Militar declarar competente en el caso a la Primera Fiscalía Militar de Valparaíso".

Añadió que "estas presiones pueden constituir un delito que será determinado por los tribunales pero puede ser de obstrucción a la justicia o hasta extorsión".

Para la Laura Soto, es preocupante el hecho de que "el Gobierno de Chile no tenga la misma compasión ni deferencia, cuando se trata de víctimas de regiones, pobres, y cuando hay involucrados agentes del Estado, lo que es aún más grave. Me parece que teniendo una Presidenta mujer, tan preocupada de los derechos del niño, se esté haciendo una discriminación".

Por su parte, la afectada dio a conocer que fue víctima y testigo directo de cómo llegaban Carabineros a la discoteque Lousiana, y como se ejercía la prostitución infantil ahí, ya que "de hecho, cuando yo entré en el 2003 era menor de edad, tenía 17 años".

La joven expuso que puede identificar a los carabineros que están siendo investigados, y que uno de ellos fue su cliente de manera reiterada, asegurando que "ellos llegaban de uniforme, simulando una fiscalización, y adentro cambiaba todo". Además, corroboró que fue amenazada verbalmente por los uniformados si es que declaraba.