Música de Sofia Gubaidulina brilló en último concierto de la Sinfónica Nacional de Chile

En tiempos en que se ha estado reivindicando el legado de compositoras a lo largo de la historia, no ha sido necesaria una “revisión” en el caso de la notable compositora rusa Sofia Gubaidulina (nacida en 1931, en Tartaristán).

La longeva creadora ha sido una figura altamente reconocida a nivel planetaria desde hace décadas, y es frecuente que su nombre sea la respuesta a la típica pregunta melómana “¿Cuál es tu compositora favorita?”. De hecho, en Chile es una figura muy apreciada.

A pesar de esto, su música no ha sonado tan a menudo en nuestro medio, y mucho menos en el ámbito orquestal. Por esto, un aciertazo es el que se mandó la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile en incluir su obra ‘Fachwerk’ (Entramado) en esta temporada 2023.

Está escrita para el bayán como instrumento solista. Es un tipo de acordeón típicamente ruso, común en la música popular de ese país, y que cubre una alta gama de alturas. Fue interpretado por el músico español Iñaki Alberdi. La orquesta comprende la sección de cuerdas de y un percusionista (el siempre certero Gerardo Salazar).

Bajo la batuta del director titular Rodolfo Saglimbeni, fue una comprometida interpretación de todas las partes. Se trata de una obra maciza, que sugiere la profunda espiritualidad de la compositora como su constante búsqueda de recursos y sonoridades no habituales en los instrumentos que utiliza.

Solista y grupo orquestal se mostraron bien compenetrados, especialmente en aquellos pasajes en que las cuerdas retoman y “reciclan” el material temático expuesto por Alberdi, quien ante la merecida aclamación de los presentes en el Teatro Universidad de Chile, se despidió regalando un bis, el emotivo ‘Ave Maria’ de Astor Piazzolla.

El resto del concierto no fue menos, con los tres ‘Gymnopedies’ de Erik Satie (dos en la orquestación de Debussy, y el central transcrito a la orquesta por el propio Saglimbeni), mostrando la fineza orquestal que caracteriza a la actual conformación de la orquesta, en que brillaron los solos de los nuevos integrantes Vicente Morales (flauta) y Leonardo Cuevas (oboe).

El cierre fue con la segunda suite del ballet ‘Daphnis et Chloé’ de Maurice Ravel. ¿Cuándo será el día que podamos escuchar la partitura completa, con coro y todos sus movimientos? Es una música magnífica, expansiva, pletórica de matices y finos detalles de orquestación. La OSNCH se ha lucido en la música del gran francés, y esta vez no fue la excepción, gracias también a la cimentada sinergia entre director y músicos. Sin duda esta fecha quedará entre lo más alto de la actual temporada.