El legado de la «Generación Dorada» en los últimos 15 años de la selección chilena

Cuando hablamos del concepto «Generación Dorada» nos referimos a un conjunto de jugadores excepcionalmente talentosos, de edad muy parecida, cuyos logros alcanzan un éxito superior a los previamente conseguidos en la selección chilena.

Su legado se comenzó a escribir en el Sudamericano sub 20 del 2007, donde apellidos como Sánchez, Isla, Vidal, entre otros, se presentaban al país futbolero de una manera distinta en la cancha. Esa fue la punta de lanza de una camada de jugadores que comenzaban a escribir con letras doradas la historia, o quizás, la nueva historia de la Roja.

Una herencia que comenzó con una locura, con el arribo de un genio, que sabía lo que se podía cosechar en este suelo como lo es Marcelo Bielsa. La «Generación Dorada» se comenzó a pulir en la selección chilena, se le entregaron herramientas y fueron demostrando en cancha que estábamos frente a algo distinto. Un cambio en la forma de jugar y en la actitud de los jugadores, que llevó a conseguir un triunfo inédito ante Argentina por clasificatorias

El camino a Sudáfrica siguió su rumbo, Chile quebró la historia ante Paraguay en Asunción, frente a Perú en Lima. Hasta Brasil sufrió para ganarle a este grupo de jugadores que en Medellín, Colombia, ponían a su equipo en una cita mundialista tras 12 años de ausencia.

La Roja Dorada siguió escribiendo su historia en aquel mundial, donde ganó por primera vez un partido de esta categoría fuera de casa. Los octavos de final eran nuevamente el precipicio de Chile. Pero quedaba una actitud y una calidad de jugadores, que antes no se había visto.

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Chile y su consolidación en la Copa del Mundo

Fueron pasando los años y Claudio Bravo ya vestía la camiseta del Barcelona, equipo por el que también pasó Alexis Sánchez para luego transformarse en figura del Arsenal. Arturo Vidal aparecía entre los más destacados volantes del planeta con sus actuaciones en la Juventus, mientras que Gary Medel y Mauricio Isla sumaban experiencia en Inglaterra e Italia. Claramente para Europa, Chile ya no era sólo Zamorano y Salas, pero venían aún más cosas.

El mundial de Brasil 2014 suponía una estación obligada de esta generación, pero el camino no era fácil y tras la llegada de Jorge Sampaoli a la banca, la roja consigue de manera inédita una clasificación consecutiva a la cita planetaria.

Los integrantes del plantel chileno ya se hacían grandes a nivel mundial. Eran reconocidos y estaban en los mejores equipos, pero hubo un partido en el que Chile se presentó a los ojos del mundo. Fue el 12 de marzo del 2014. Derrota 1-0 ante Alemania, en un duelo amistoso donde la selección nacional dejó una gran impresión.

De esta manera Chile llegaba a Brasil, donde el nivel del equipo no dejaba indiferente a nadie, menos después de derrotar en el Estadio Maracaná al vigente campeón del mundo, España. Chile quedaba en el camino de manera dramática, ante Brasil, en su mundial. Pero el fútbol, como la vida, da revanchas. Y de que tremenda manera, con un objetivo que no se había conseguido en practicamente 100 años

Los títulos en Copa América

Fue un momento que dejaba atrás los segundos lugares. Una generación que le decía a su gente, a sus hinchas, que si se puede ganar. Chile obtenía por primera vez en su historia un título. La Copa América se iba a las vitrinas del fútbol chileno.

Pero no sería sólo un título, sino que la Generación Dorada dejaría su marca con un trofeo más. La Copa Centenario en Estados Unidos sería alzada por el plantel chileno, derrotando nuevamente a Argentina en la final. Ya no habían dudas, Chile era el mejor de América.

Era un nuevo escenario, un nuevo estatus. Con jugadores a niveles de los mejores del mundo, los cuales defenderían a Chile en una Copa Confederaciones, instancia inédita para el fútbol local.

La historia dirá que esta generación volvió a un Mundial después de 12 años. Que derrotó a Argentina por primera vez en clasificatorias. Que eliminó al campeón del mundo en Brasil y que fue bi campeón de América. Además, que jugó una final de una Copa Confederaciones y que clasificó a dos mundiales de manera consecutiva. Un legado que se ve representado en quienes crecieron viendo a esta generación dorada, quienes ahora sienten que la selección chilena puede competir y ser una de las mejores.