Parlamento de Canadá aprobó ley que protege a los animales del bestialismo y las peleas organizadas
La iniciativa de protección contempla cambios en el código criminal e implica penas de hasta 10 años de cárcel.

El parlamento de Canadá aprobó la iniciativa C-84 que contempla cambios en el código criminal en materia de protección a animales. Desde ahora el bestialismo implica cualquier contacto con fines sexuales entre una persona y un animal, y quienes sean condenados por este ilícito aparecerán en la lista nacional de delincuentes sexuales. El proyecto también sanciona actividades relacionadas con las peleas de animales.
Según el código las condenas por bestialismo no pueden exceder los diez años de cárcel. El proyecto legislativo se generó por una decisión de la corte suprema en 2016, luego de que un delincuente sexual fuera condenado por distintas agresiones y no por bestialismo, ya que los jueces dictaminaron que el código criminal no definía con precisión qué actos sexuales con animales estaban prohibidos por la norma.
Un informe publicado por el Centro Canadiense de Protección a la Niñez ubicó 38 casos de estos delitos entre 1980 y 2017. En 31 de ellos hubo al menos un menor de edad como víctima. El caso con mayor repercusión fue el de Jason Dickens, un actor de televisión condenado en 2018 por pornografía infantil que se libró de los cargos por bestialismo porque la definición aún no entraba en vigencia.

"Incluir a los individuos condenados por bestialismo en la lista de delincuentes sexuales va a proteger a los animales y a reducir los riesgos de agresión sexual a menores. Las investigaciones han demostrado vínculos claros entre el bestialismo y los abusos sexuales a niños, así como con otras formas de violencia (…) elimina las lagunas legales", explicó a El País la directora de Humane Canada, Barbara Cartwright.
El proyecto también prohíbe la promoción o cualquier beneficio relacionado con las peleas de animales, así como la reproducción, el entrenamiento y el transporte para ese fin, además de toda forma de apoyo o asistencia en esa actividad. La norma establece como delito la construcción o el mantenimiento de un recinto para esos combates, ampliando el marco anterior que se aplicaba sólo para las peleas de gallos.
"Un elemento central es que se podrán presentar cargos no solo contra las personas que estén presentes en una pelea, sino también contra quienes colaboren de otras maneras", asegura Cartwright. Los diputados también aprobaron el proyecto C-68 que prohíbe las importaciones de aletas de tiburón. Detrás de China y Hong Kong, Canadá es el tercer importador mundial de estas aletas y sólo en 2018 importó unas 148 toneladas.

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