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Aldo Schiappacasse debutó como columnista de El País donde relató lo acontecido en el reciente Superclásico

"La suma de todos los miedos en el clásico del fútbol chileno", tituló Schiappacasse a su escrito sobre el partido entre Colo Colo y Universidad de Chile.

Aldo Schiappacasse debutó como columnista de El País donde relató lo acontecido en el reciente Superclásico

Aún resuenan los coletazos que dejó este domingo 13 de marzo el Superclásico del fútbol chileno, en el que Colo Colo y la Universidad de Chile tuvieron un agrio empate sin goles, donde los hechos extra futbolísticos fueron los que se tomaron el partido.

En ese sentido, el conductor de País ADN, Aldo Rómulo Schiappacasse debutó como columnista en el diario El País. Allí, analizó lo que dejó el reciente Superclásico.

La columna de Aldo Schiappacasse sobre el Superclásico

«La suma de todos los miedos en el clásico del fútbol chileno», tituló Schiappacasse a su primera columna en el diario hispano en la que relató lo sucedido en el estadio Monumental en la fecha 8 del Campeonato Nacional.

«La Universidad de Chile prefirió hacer la ecuación más fácil: salir ilesa del Estadio Monumental de Colo Colo, donde no ha podido ganar en los últimos 22 años. Evitó así una nueva humillación, a costa de convertir ese pleito que pomposamente llamamos el superclásico en un festival de puntetes al aire que ameritaba más un controlador aéreo que un árbitro», partió mencionando el conductor de País ADN.

El balance del partido entre Colo Colo y Universidad de Chile no fue positivo, así lo indicó Aldo Rómulo Schiappacasse en su columna. «Asistimos al más deslavado, anodino, desabrido y prescindible duelo, que, sin embargo, nos encargamos de valorar y etiquetar como el principal de nuestros espectáculos», sostuvo.

El asunto de las barras

Uno de los hechos que se tomaron el partido fueron los incidentes ocasionados por los hinchas que asistieron al mismo.

En ese sentido, Schiappacasse señaló: «el balance futbolístico en el fútbol chileno carece de valor real cuando aparecen los fantasmas de la violencia irracional provocada por dos barras que, desprovistas de control por parte de las sociedades anónimas controladoras, repiten lo que vienen haciendo por décadas: sembrar el terror y poner en jaque la capacidad de la industria para generar una experiencia grata en el estadio».

La columna completa de Aldo Rómulo Schiappacasse está disponible en el sitio web de el diario El País

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