• 21 DIC 2025

EN VIVO

Roberto Poblete, Claudio Di Girolamo y Pepe Secall: amigos recuerdan el legado de Nissim Sharim

Tres de sus más cercanos colaboradores en el Ictus, y en la emblemática sala La Comedia del Barrio Lastarria, entregaron en Ciudadano ADN sus recuerdos del actor, fallecido hoy a sus 88 años.

AUDIO: Roberto Poblete, Claudio Di Girolamo y Pepe Secall: amigos recuerdan el legado de Nissim Sharim

Luego de la noticia de la muerte del actor Nissim Sharim, a sus 88 años, Ciudadano ADN conversó con sus compañeros más cercanos de la compañía Ictus, siempre sobre las tablas del Teatro La Comedia.

Roberto Poblete se mostró visiblemente afectado por la noticia. «Me gustaría poder decir las cosas de forma certera. ser menos emocionado para poder pensar mejor», expresó, recordando a Sharim como «un abogado connotado que deja una posición de éxito y una vida formada por el teatro que siempre le coqueteó de joven».

Su primer estreno fue El velero en la botella de Jorge Díaz, en el Teatro La Comedia. «Nissim va con Juanita (su esposa) y dice ‘las cosas que yo podría hacer si trabajara en esta sala’. Esa fue una declaración de amor». Poco tiempo después estaba en el grupo, transformándose en su columna vertebral junto con Claudio Di Girolamo y Delfina Guzmán. «Era un teatro distinto, muy conectado con lo que estaba ocurriendo en el país», dijo el actor.

«Hacer todo lo que hizo frente a la terrible indiferencia de todas las autoridades, las de antes y las de ahora, le pasó la cuenta», reflexionó Poblete. La sala de calle Merced fue mantenida durante décadas «con su energía, con su acción, y con su patrimonio. Su herencia es la infinita cantidad de miles de personas que pasaron por el Ictus como espectadores».

Un teatro que alojó a «un colectivo sui generis donde todos nos sentíamos parte», y que representó una manera adelantada a su época. «La acción modificadora del espectador, que hoy día es como la novedad del año, en el Ictus se hablaba en los años 70».

«Hablo del Ictus como si hablara de Nissim, y de Nissim como si hablara de Ictus. Es una fusión», expresó Poblete, conmovido. «Juanita Kovalsky, su esposa, decía que la gente del Ictus era la única gente que descansaba, vacacionaba y trabajaba en lo mismo. Era un continuo, siempre se hablaba de teatro. Estábamos jugando ajedrez o pool, y hablábamos de teatro. Teníamos una conversación de café y al día siguiente aparecía con la escena escrita».

Durante los años más complicados de la sala, el teatro estuvo a punto de ser rematado. «A Nissim no le querían dar el préstamo, por su edad. Pero lo consiguió igual, y no hace mucho se terminó de pagar». Su figura «tiene toda la cosa heroica y seria de nunca renunciar a hacer arte, a ser poético y a ser político».

El actor era, en palabras de Poblete, un hombre que «no conoció las medias tintas. Era siempre extremo en todo. Siempre iba a contracorriente. Este país le quedó debiendo el Premio Nacional de Artes Escénicas», remató.

Claudio Di Girolamo: «Él luchó siempre por la sala, como el rehue de la machi»

Ciudadano ADN también habló con otro de sus cercanos, Claudio Di Girolamo. «Si bien era esperado el desenlace, porque él estaba mal, uno nunca está preparado. Pero él hizo una vida plena y se pudo ir tranquilo».

Según contó Di Girolamo, la compañía Ictus se formó a partir de un grupo de actores que «se rebeló del Teatro de Ensayo de la Universidad Católica porque quería empezar a ver otro tipo de teatro. Se rebeló un curso entero». Una vez que tuvo una sala propia, «fue muy importante el aporte de Nissim como abogado para mantenerla».

En los años más complejos de la dictadura, recordó Di Girolamo, «aprendimos a decir sin decir y no decir diciendo. Nos sirvió mucho para huir del panfleto. Porque el panfleto no convence a nadie. Decíamos la cosa de manera ubicua, pero la gente sabe de lo que se está hablando. Pusimos en acción un pensamiento que Jorge Díaz nos legó a todos: que el humor era el mejor suero para inyectar el virus, porque deja indefenso al espectador».

Di Girolamo quiso recordar a Sharim como «una persona que luchó para tratar de profesionalizar y tener un eje. Él luchó siempre por la sala, como el rehue de la machi. Tenía esa cosa obsesiva que tenía de tener una sala propia. En tiempos duros, cuando podían quitárnosla en cualquier momento, nunca cejamos en la idea de hacer que el pueblo siguiera pensando».

Pepe Secall: «Él era el gran conductor, maestro e inspirador de los espectáculos»

Otro de los que trabajó codo a codo con Sharim fue Pepe Secall. El conocido actor expresó que «tuve el privilegio de compartir escenario con mi querido Nissim 31 años. Es mucho tiempo. Se produce una amistad profunda, cariño, amor por lo que estábamos haciendo juntos, siempre. Ahí vivimos de todo, y eso fortalecía nuestro afán de seguir dando la pelea sobre el escenario. Él era el gran conductor, maestro e inspirador de los espectáculos».

«Era maravilloso trabajar con él. Más allá de discusiones, trabajábamos con mucha alegría», expresó Secall, para quien Sharim «va a estar siempre en la historia del teatro chileno, y va a haber una continuidad del quehacer de Nissim a través de Paula y de lo que se haga en el Teatro La Comedia».

«Merecía descansar. Necesitaba descansar. Su aporte fue no solo al teatro, sino a la sociedad chilena y al pensamiento. Era cosa de escucharlo decir las cosas, siempre con un halo de poesía».

Contenido patrocinado

X
Uso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarte publicidad personalizada a través del análisis de tu navegación, conforme a nuestra política de cookies